En la oposición impera un estado general de sospecha, para usar una expresión cara al comandante Eliézer Otaiza.
Nadie cree en nadie.
Capriles desliza que algunos opositores quieren ir a la Constituyente y promete delatarlos.
Guevara propuso un referéndum consultivo sobre esa Constituyente y los kamikazes del teclado lo acusaron de alta traición.
Nadie dice lo que quiere decir por temor al chantaje.
Los aspirantes a gobernadores no pueden dormir.
Solo hay unanimidad en la sospecha.