La oposición que se erige en la “Venezuela decente” chapotea en aguas indecentes. La “caída” de Florido en la AN marchita la ética cuando el padre de L. López le aconseja renunciar a VP por no compartir “valores y valor”. La foránea “ayuda humanitaria” en divisas perturba relaciones. Más las enturbia la Odebrecht cuando delata que arrimó millones de verdes a connotados dirigentes de la MUD y la autopista. En mi pueblo cuchicheaban: “Tan decentes y no se bañan”.
El Kiosco de Earle: Tan decentes
