El Kiosco de Earle: ¡Vamos, Chino!

Llueve. Camino la madrugada con el Chino Valera Mora. Volvió a nacer ayer, como cada 27 de septiembre. La Caracas de los 70, nuestra cómplice. Abrimos bajo un farol el viejo cuaderno y leímos los poemas. Después, las tachaduras. El Chino, sonreído, dijo que estaban mejor que los poemas. Desciframos los signos circulares. “Circulen”, nos gritó la patrulla que pasaba. Uno de aquellos poemas lo escuché años después de boca de Hugo Chávez. Ya no llovía, Chino. Caracas era un incendio.

T/ Earle Herrera