De Colombia llegaron los sicarios “paracachitos” con el “encargo” de asesinar al presidente Chávez.
De Colombia llegaron a Haití los mercenarios contratados por una empresa gringa –la CIA ni el FBI se enteraron- para matar al presidente Jovenel Moïse.
De Colombia llegaron los magnicidas capturados por el pueblo de Chuao.
De Colombia llegaron los drones con C4 lanzados contra la tribuna donde se hallaba el presidente Maduro, los jefes de los poderes públicos y el alto mando militar.
De Colombia llegaron los grupos que aterrorizan los llanos apureños.
De Colombia llegaron los narcoparacos que adiestran a las bandas delincuenciales de Caracas.
De Colombia llegaron las amapolas, la burundanga y el blanco polvo.