Para Jean Carlos Cadenas el arranque de la campaña electoral por parte de Nicolás Maduro fue realmente abrumador. Es un asomo de lo que viene. Invita a los medios de comunicación a que vean que “no hay un Maduro vencido, hay un Maduro guerrero. Maduro va hacia adelante”.
Cadenas, de 39 años, describe la asistencia masiva tanto en Bolívar como en Barinas. Y asegura que el que tenga ojos que vea. Fue una demostración de un solo día.
Sentado bajo un árbol en la plaza Lina Ron, señala que en la capital esperarán al candidato de la patria, por quien están resteados a pesar de la desgracia provocada por el “bloqueo animal” que nos tiene sufriendo.
“Maduro sabe que va a contar con el pueblo el día 20. En eso estamos consejos comunales, UBCH,CLAP, toda una maquinaria compacta, unida. En mi comunidad (Antímano), en la UBCH, yo soy de seguridad y defensa. Mi granito de arena consiste en tratar de convencer a la gente que con la violencia no se llega a ningún lado. Soy chavista natural, la estoy pasando verde, pero no voy a echarle la culpa al Presidente que es el único que está trabajando. ¿ Por qué voy a apoyar a la oposición? Ellos son culpables de que muchos venezolanos, familiares, amigos, se nos hayan ido al perder la batalla y rendirse”, indica.
Cadenas insta al presidente Maduro a que combata la corrupción y escuche al pueblo cuando señala fallas, y si hay fallas, tienen que rodar cabezas.
“De mi parte, Maduro siga adelante, vamos ese 20 a arrasar y cuente con la comunidad de Antímano. Allí estamos resteados. La juramentación el lunes del comando fue exorbitante. No esperábamos tanta gente. Nos juramentamos en la calle”, dice.
-En tres palabras ¿cómo se imagina a Venezuela después del 20 de mayo?
-Paz, prosperidad y respiro, porque ya es hora de echarse un viajecito a la playa. Eso es lo que le prometí a mi esposa y a mis hijos. No los he podido llevar porque estoy resteado. Les prometí que después del 20 vamos a la playa, y se lo voy a cumplir.
A Félix Sanoja, de 57 años, le pareció nutrido el arranque de la campaña. Afirma que en Barinas y Bolívar apenas se prendió la mecha.
Asegura que Nicolás Maduro debe mantenerse en la Presidencia a costa de lo que sea, ya que es garantía de paz para esta nación, para ello se le deben garantizar diez o 12 millones de votos.
“Nada más me imagino que estos señores que, de manera hipotética, tomen el poder, automáticamente se vienen al suelo las misiones, el Carnet de la Patria desaparece, las pensiones desaparecen, la educación gratuita, los comedores populares, los CLAP. Cuántos sacrificios se han hecho para obtener esos logros. No vamos a permitir que nos los quiten por nada del mundo”, agrega.
– ¿Si le menciono la patria bonita de la que hablaba Chávez, ¿qué se imagina usted?
-Tiene como una aureola cubierta de polvo. Esa patria bonita ya se experimenta en la calle a pesar de este ataque que nos hacen del Norte y de Europa. ¿Cuándo un gobierno se preocupaba por llevarte la comida prácticamente a la puerta de tu casa? Casi que un motorizado te toca la puerta y te entrega la bolsa del CLAP.
VENGO DE ELLA
Jhonny Tívola, en el centro de la ciudad, tiene esperanza de que gane Nicolás Maduro y que se normalicen los precios de los productos alimenticios, de medicinas.
“Estamos mal con eso. Claro, nos tienen una guerra económica implantada y estamos pasando trabajo. Somos vendedores artesanales y no podemos vender si no hay efectivo. Tenemos que hacer trueque de prendas artesanales por comida, un kilo de arroz, harina.
-¿A pesar de todo tienes fe en la Revolución?
– Claro que sí.
-¿Por qué?
-Porque vengo de ella.
-¿Cómo así?
-Soy agraviado de la Cuarta República. Quedé invidente a raíz de un disturbio estudiantil en la Universidad Central de Venezuela. Yo estudiaba Medicina. Eso fue en 1984, durante el Gobierno de Jaime Lusinchi. A Chávez le agradezco que gracias al convenio que firmó con Fidel (Castro) he viajado dos veces a Cuba a tratarme. Me he beneficiado con la Misión José Gregorio Hernández, con los bonos que ha dado el Presidente. Tenemos libertad. Aquí los escuálidos salen a protestar a quemar, a matar gente, y no los reprimen como hicieron con nosotros.
Aquiles Navarro, de 57 años, piensa que el comienzó de la campaña fue excelente, llena de alegría, en la que se le habla claro al pueblo, sin ocultar los problemas. Señala que hasta los más extremistas opositores saben que la escasez y la inflación son inducidas. Hay suficiente materia prima, pero no se consiguen los alimentos, hay saboteo. Acusa al imperialismo internacional de estar detrás de todo.
“La decisión de Chávez de dejar a Maduro fue acertada, no se equivocó. Maduro, con cinco años de guerra económica, guerra mediática, de todo tipo de ataques, ha demostrado que es fiel al legado del presidente Chávez.
-¿Qué expectativas tiene después del 20?
-Se van a abrir las grandes alamedas, como decía el presidente chileno Salvador Allende, y Venezuela va hacia el camino del progreso. Un país con tantas riquezas, morales y materiales, con agua, petróleo, mujeres hermosas, un pueblo llano, firme, creyente de la paz, con todas esas fortalezas, vamos avanzando hacia la economía socialista que nos conviene.
Sostiene que el petro ha sido el golpe noble que se le ha dado a la economía de dólar y poco a poco llegará el momento en que el dólar se les quemará en las manos, como dijo Maduro, a los corruptos que están tratando de quebrar a Venezuela.
Hacia el 20-M
En una disertación realizada la semana pasada en el tTeatro Principal ante empleados y trabajadores del ministerio de las Comunas, el ministro Aristóbulo Istúriz planteó que el día más crítico no era el 20 de mayo, día de las elecciones, ya que no tenía dudas del triunfo de Nicolás Maduro, sino el día después, el 21, debido a la incertidumbre del comportamiento de la dirigencia opositora y los planes del imperio estadounidense. Es seguro que van a cantar fraude y apelen a la violencia.
Istúriz consideró que para blindar el triunfo de Nicolás Maduro había que motivar a votar a la población y que la participación supere el 60 por ciento. Aunque apuntó a trabajar por obtener un caudal de 10 millones de votos, estimó que más de ocho millones no dejan dudas del triunfo. En ese sentido, resaltó el papel del pueblo organizado en la tarea de mover a los electores a los centros de votación.
El ministro expuso que la oposición venezolana, sin fuerza ni respaldo en el plano interno, apela al “lobby internacional”, de allí la viajadera por el mundo de los líderes para solicitar más sanciones y presión contra Venezuela.
Aristóbulo se refirió a la guerra económica, la inflación desmedida, la especulación y el boicot que empresarios, industriales y comerciantes enfilan contra el pueblo venezolano, ocultando los alimentos, bajando la producción con el fin de quebrar su moral, disminuir su resistencia e inducirle a que vote contra Maduro.
Invocando a la paz como una palabra clave, el ministro señaló que la oposición haría lo imposible por sabotear los comicios para lograr una alta abstención o baja participación, que deslegitime el triunfo chavista ante el mundo.
Semanas atrás, la ministra Iris Varela, al referirse a las conspiraciones, violencia, saboteos, atentados, muertes, boicot y guerra económica, bloqueo financiero, sanciones impulsadas por Estados Unidos y la oligarquía criolla, afirmó que en estos 18 años lo han intentado todo. “Lo que falta es que nos lancen una bomba atómica”, dijo.
Por su parte el presidente Nicolás Maduro ha señalado como su principal reto luego del 20 de mayo, la derrota del problema económico derivado de la guerra impuesta por sectores poderosos. En sus discursos en Barinas, Bolívar y Delta Amacuro prometió la construcción de la Venezuela próspera e independiente. Se definió como un hombre más curtido, más sabio y ducho en las cuestiones de Estado y la política. Ya no es un candidato novato. Señaló que su primera campaña electoral la condujo bajo la pesadumbre del fallecimiento del comandante Hugo Chávez.
Maduro se comprometió a continuar consolidando las misiones socialistas, a fortificar la herramienta del Carnet de la Patria y se propuso una meta de llegar a cinco millones de viviendas para 2025.
De la campaña electoral que apenas se inicia, se menciona que por primera vez se desarrolla con la participación directa del imperialismo estadounidense en conchupancia con gobiernos de derecha de América Latina y Europa. En los comicios pasados y en toda la trama conspirativa anterior, Estados Unidos actuó tras bastidores.
A Henri Falcón, el principal candidato opositor, señalado como un “demagogo grandilocuente”, se le cuestiona su papel como gobernador del estado Lara, cuyo “progresismo” pasó como una doctrina sin contenido práctico ni impacto en los sectores populares. Falcón presentó recientemente un programa de gobierno diseñado por burócratas en el que propone acudir al FMI, el BM, el BID, organismos desprestigiados, cuyas políticas han fracasado en América Latina.
“¿Cuántas viviendas construyó Henri Falcón como gobernador de Lara’”, se preguntaba Nicolás Maduro en una de sus intervenciones.
Falcón arrastra a su vez el fardo de una oposición desprestigiada que echó por la borda el capital de votos obtenido en las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional bajo la promesa de que “esta será tú ultima cola”, sumado a una serie de torpezas guiadas por el afán de destituir a Nicolás Maduro. Igualmente se le acusa de instigar a las guarimbas en Lara y se le asocia con sectores reaccionarios y a la antipatria que promueve una Venezuela colonizada, dependiente y sumisa a los designios del imperio
«Pa atrás ni pa’ recoger morocotas»
En el acto del lunes pasado realizado en la plaza el Venezolano, durante la juramentación del comando de educadores, el cantor Alí Alejandro Primera comentó que cuándo se había visto eso de que un cultor popular fuese vice ministro de cultura. Esos son hechos que sólo ocurren en una revolución humanista y socialista. Igualmente planteó el caso extraordinario de que un obrero, un chofer de autobús como Nicolás Maduro, sea presidente de la República.
“Venezuela es un cóndor que está despertando y desplegando sus alas. Venezuela no es golondrina y no habrá águila que la someta, Ya llegó el tiempo de emprender; el cóndor no hace nido en el suelo”, señaló el cantor en una de sus canciones.
Otro cantor, Gino González, natural de El Socorro, estado Guárico, informó que había sido maestro de escuela. Al ritmo del arpa, cuatro y maracas, entonó su famosa canción de somos los pobres con Chávez.
Gino dijo que independientemente de las dificultades, de los sinvergüenzas, de los saboteadores de adentro y de afuera, el que no esté con Nicolás Maduro le hace el juego al imperio.
“Este pueblo se respeta. Este es un pueblo arrecho. No nos van a doblegar. Pa’atrás ni pa’ recoger morocotas . Somos los que trabajamos pa’que los ricos coman”, dijo Gino González.
T/Manuel Abrizo
F/Gustavo Frisneda