El pasado 15 de septiembre, las delegaciones del Gobierno de Venezuela y de las organizaciones de la derecha agrupadas en la llama MUD se encontraron en República Dominicana, se trataba del reinicio del diálogo impulsado por el presidente Nicolás Maduro para garantizar la paz en el país. Pocas horas transcurrieron para que desde Washington se dieran señales de más agresiones contra la soberanía del país, de más amenazas contra un pueblo que valientemente ha defendido su derecho a vivir en paz y a construir su propio destino, ajeno a las imposiciones de cualquier potencia extranjera.
La noche del pasado lunes se efectuó en Nueva York un nuevo cónclave de agresión, convocado por Donald Trump y con la participación del mandatario neogranadino Juan Manuel Santos; el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela; el gobernante de facto de Brasil, Michel Temer, y la vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti. También estaba invitado el mandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien se “excusó” de asistir luego de que el Congreso de su país negara el voto de confianza a su gabinete, lo que hizo que conformara de urgencia un nuevo equipo ministerial.
LOS PECADOS DE LA CITA
En la cita nuevamente asumieron los asuntos de Venezuela como si se tratara de una colonia rebelde. Los invitados de Trump se asumen como aliados fieles de Washington. A la salida de la reunión, Trump pareció hablar en nombre de todos, al menos así se desprende del “agradecimiento” dado a los asistentes a la reunión por “condenar el régimen de Maduro”.
Afirmó que el Gobierno venezolano era una dictadura y que “Venezuela fue uno de los países más ricos y ahora está colapsando y sus ciudadanos se mueren de hambre”.
El ricachón hecho presidente también volvió con sus amenazas: “Estamos preparados para tomar acciones si el Gobierno de Venezuela persiste en el camino de imponer su autoridad sobre la gente de ese país”.
EL DEMÓCRATA QUE NADIE ELIGIÓ
Insólita paradoja, luego de estar reunido con un gobernante brasileño que nadie eligió y que asumió el cargo mediante un golpe parlamentario y junto a gobernantes de naciones cuya situación social es bastante crítica, el señor Temer asintió a las órdenes y colgó en su cuenta de Twitter el texto: “La opinión de todos es la necesidad de una solución democrática en Venezuela. Hubo coincidencia en la posición de los participantes”.
Habla de democracia un personaje que actualmente es investigado por el cobro de millonarios sobornos, que compró votos en el Parlamento para evitar que se abriera una investigación política en su contra. Que se valió de una alianza con el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (actualmente preso por corrupción) para abrir el procedimiento que destituyó ilegalmente a la presidenta Dilma Rousseff. Un Temer que acaba de designar a un fiscal general a su conveniencia. Pero que dice sí a todas las órdenes emanadas desde Washimngton, es por ello que los medios concentrados dicen que allí “las instituciones funcionan”, por eso Trump le da la palmadita en la espalda.
EL VECINO QUE NO SABE QUE SU PUEBLO PADECE DE HAMBRE
Un reporte de El Tiempo de Bogotá, un diario de la más rancia derecha bogotana, admite el drama del hambre en ese país: “A 88 se eleva la cifra de menores muertos por desnutrición en lo que va corrido del año en La Guajira, tras el fallecimiento de una menor de 14 meses, en una clínica de la población fronteriza de Maicao. La menor wayúu murió por causas asociadas a la desnutrición y pertenecía a la comunidad de Etsirra, ubicada en zona rural de Manaure, en donde de acuerdo con sus padres no tienen ni agua, ni comida. Inicialmente había ingresado al hospital Armando Pabón López, de esta localidad”. La nota está fechada el 26 de diciembre de 2016. Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia ofrece un dato que demuestra la grave dimensión del hecho: en la nación neogranadina fallecen diariamente 18 personas por causas asociadas a la poca o mala alimentación, la mayoría de ellos son niños.
Se trata de la Colombia donde hasta el 13 de julio se contabilizaba en 52 el número de luchadores sociales asesinados durante el año 2017, sin que el Estado haga nada por protegerlos. Esa extraña democracia que permitió y muchas veces fomentó que bandas paramilitares ejercieran el exterminio por motivos sociales o políticos. La violencia y exclusión que propició que 5 millones de colombianos buscaran una mejor vida en Venezuela y otros miles en Ecuador.
Esa es la Nueva Granada de Juan Manuel Santos, aquel que dice estar muy preocupado por lo que ocurre en la casa de sus vecinos, pero que jamás ha tenido una palabra y mucho menos una acción para evitar que los niños de su país sigan muriendo de hambre, para que dejen de asesinar a los dirigentes de las comunidades pobres y excluídas.
LA FARSA EN EL SUR
Mauricio Macri logró la Presidencia de Argentina con una estrategia fundamental: la mentira. Para ello tuvo como aliados fundamentales a los grandes medios de comunicación: los mismos que apoyaron a las dictaduras. Es el representante de una farsa, de una falsa promesa de cambio que embaucó al pueblo argentino.
Las cifras demuestran que si en la región hay un ejemplo de cómo convertir a una nación próspera y en crecimiento a una en ruinas, ese es el ejemplo del Gobierno de Mauricio Macri y de su vicepresidenta Michetti.
Un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) indicaba que un millón y medio de personas cayó en la pobreza durante el primer año de mandato de Macri. Además señala que 59% de menores de 18 años no cubre las necesidades básicas como alimentación adecuada, vivienda, educación y asistencia médica. En cuatro puntos porcentuales se incrementó la pobreza en el país desde la llegada del actual Gobierno.
Macri además revivió el fantasma de los presos políticos, con la detención ilegal de la dirigente social Milagro Sala. También reabrió la etapa de los desaparecidos, con el caso del activista Santiago Maldonado, quien se presume fue secuestrado por los cuerpos de seguridad durante un operativo de represión contra el pueblo mapuche. La farsa de quien solo llegó al gobierno para hacer negocios, como los de las cuentas off shore que mantiene su familia en el exterior.
VARELA TAN LEJOS DE LA REALIDAD
Ciento quince ultramillonarios concentran la riqueza de Panamá. El 26% de los panameños, 54% de la población rural y 95% de la población indígena viven en pobreza; esa es la dura realidad del país que gobierna Juan Carlos Varela. Habría que preguntarle a los afropanameños qué opinan de Varela cuando finge alarma por la pobreza en Venezuela.
La democracia de Varela sabe a los privilegios que tiene la élite que se beneficia de su gobierno, aquella para quien propone jubilaciones de lujo, mientras excluye de la seguridad social a miles de sus compatriotas.
EL NUEVO HITLER EN LA ONU
Ayer Trump habló por primera vez ante la ONU y lo hizo sin guardar ninguna apariencia, mostrando lo que es, lo que significa para el mundo: una amenaza. En un foro creado para hablar de paz y convivencia, el Presidente de EEUU llegó para abundar en amenazas de guerra, descalificaciones y agresiones contra otras naciones.
Obvio, que no faltaron sus referencias a Venezuela y a Cuba. Alguna verdad lo delató, su crítica hacia el socialismo como modelo, la principal causa por la que quiere destruir al pueblo venezolano y a la Revolución Bolivariana. «El problema no es que el socialismo se haya implementado mal en Venezuela, sino que el socialismo se ha implementado fielmente», fue su frase confesionaria.
«La dictadura de Maduro ha infligido un terrible dolor y sufrimiento para el pueblo de esa nación. La destruye imponiéndole una ideología fallida que ha llevado a la miseria», dijo Trump. Curiosa aseveración a pocas horas de conocerse un informe de la FAO que revela que se incrementa el hambre en el mundo, en un mundo predominantemente capitalista. Falta leer un poco en la Casa Blanca.
«Como un vecino responsable tenemos que ayudar a Venezuela, recomponer ese país y restaurar la democracia. Queremos que el régimen rinda cuentas frente a la forma autoritaria con la que se impone sobre su pueblo», señaló Trump, para finalizar con la reiteración de la amenaza: «Estamos listos para adoptar acciones futuras si el gobierno de Venezuela persiste en su camino para imponer un régimen autoritario contra el pueblo venezolano».
Comunicado de Cancillería
Venezuela denuncia ante el mundo las amenazas de Trump
Mediante un comunicado el Gobierno de Venezuela denunció las nuevas amenazas emitidas por el presidente estadounidense Donald Trump durante la reunión efectuada con sus aliados más cercanos en la región.
Advierte que a espaldas de sus pueblos, los gobiernos asistentes a la cita con Trump se subordinan y someten a las directrices de la Casa Blanca. Subraya el Gobierno Bolivariano que junto al pueblo de Venezuela y los pueblos del mundo “estamos preparados para seguir derrotando en los planos político y diplomático, y en cualquier otro que sea necesario, las nefastas agresiones del Gobierno estadounidense”.
A continuación reproducimos íntegramente el comunicado oficial:
COMUNICADO
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela denuncia ante los pueblos del mundo las nuevas amenazas en contra de la soberanía, la paz y de la estabilidad de nuestro país, emitidas en una cena ofrecida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las más altas autoridades de Estado de Argentina, Brasil, Colombia y Panamá donde fueron conminados a incrementar la campaña de agresiones contra Venezuela. Sabemos que los pueblos hermanos de estos países rechazarán estas acciones y exigirán a sus gobernantes actuar con dignidad en defensa de la soberanía de Nuestra América, pues estamos seguros de su solidaridad.
El presidente Trump tiene una obsesión fatal con Venezuela producto de sus ideas supremacistas blancas, pero contamos con los pueblos del mundo y estamos preparados para seguir derrotando en los planos político y diplomático, y en cualquier otro que sea necesario, las nefastas agresiones del gobierno estadounidense.
Es vergonzoso y detestable que el presidente Santos, buscando prevenir una sanción por parte del gobierno estadounidense por el incremento desmesurado de la producción de cocaína, recurra a la táctica de proyectar a Venezuela como un factor de desestabilización en la región y llegue al punto de llamar a una transición del gobierno venezolano, cuando durante años Venezuela ha sufrido las consecuencias de la guerra civil colombiana, y a pesar de ello, hizo todo lo posible para garantizar la paz en Colombia.
Estos indignos representantes de sus pueblos van a Nueva York al principal espacio de concertación internacional, no a abordar los grandes problemas que enfrenta la región: el sufrimiento de los inmigrantes, la necesidad de saldar la deuda social y promover el desarrollo sustentable, combatir el narcotráfico comenzando por el principal mercado de consumo, o abordar las consecuencias del cambio climático, manifestadas recientemente en el paso de huracanes por el Caribe. Por el contrario, se someten y subordinan a las directrices del presidente Trump contra Venezuela.
La República Bolivariana de Venezuela continuará defendiendo su independencia y resistiendo con firmeza los ataques de un gobierno racista en Estados Unidos que busca doblegar a toda la región. Venezuela es una nación orgullosa de su historia forjada por mujeres y hombres que dieron su vida por la libertad que disfrutamos hoy. No habrá presidente supremacista que pueda contra nuestro pueblo.
Caracas, 19 de septiembre de 2017
T/ Chevige González Marcó, Redacción CO
F/ Agencias, Archivo CO
Caracas