¿El último magnicidio?

Deducciones

Por: Reinaldo Bolívar

______________________________________________________________

Todo indica que el magnicidio frustrado se planificó desde Bogotá y Miami. La reacción de Colombia ha sido más bien tímida y evasiva. La de Estados Unidos algo más diplomática. Estas conductas pudieran orientar las reacciones sobre el acontecimiento, en especial en los gobiernos que siguen la línea de la administración Trump.

El atentado contra el presidente Nicolás Maduro y el Alto Mando Político pone en jaque a gobiernos enemigos de Venezuela, pues les obliga a mover sus piezas menores para proteger su imagen de ser jueces y ductores de la política internacional. En el caso de los gobiernos más conscientes y respetuosos del derecho internacional los lleva a condenar esto actos desestabilizadores que mal pudieran ser repetidos en sus países.

La cobardía del magnicidio persiste desde tiempos inmemoriales. En las cortes europeas se produjeron matanzas entre familias reales por el acceso al poder político. En la India aún se llora el martirio de Gandhi.

El plan del magnicidio es recurrente. De ello no se ha escapado ni Estados Unidos que vio asesinar a los Lincoln y a Kennedy, Reagan fue el último que sufrió un intento de magnicidio. Ni el Vaticano, recuérdese el atentado contra Juan Pablo II.

El Libertador Simón Bolívar sufrió varios. Apenas pudo salvar la vida. Venezuela perdió en Colombia al general Antonio José de Sucre, que había sido Presidente de Ecuador y estaba llamado a suceder al Libertador. En Nuestramérica Fidel Castro evadió decenas de atentados, Hugo Chávez iba a ser asesinado el 12 de abril; en Chile provocaron la muerte de Salvador Allende y en Granada fusilaron a Maurice Bishop.

En África los imperios decidieron acabar con el socialismo aniquilando a líderes como Cabral, Sankara, Lumumba, Nasser, Mashell entre otros. Y más recientemente el magnicidio de Gaddafi. En Palestina el envenenamiento de Yasser Arafat y en Iraq la macabra ejecución a Sadan Hussein, dan cuenta del uso de ese irracional método.

A ninguna nación civilizada del mundo conviene este tipo de barbarie.

Ante ello, siempre queda la esperanza de la claridad del liderazgo actual, tanto personal como partidista, de países fuertes que han dado muestra de su racionalidad en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en la contención del terrorismo en Siria.

@bolivarreinaldo
Caracas