El uso del bolívar gana terreno frente al dólar después de años de precipitada devaluación

People wearing face masks as a preventive measure against the spread of the novel coronavirus, COVID-19, do their shopping at "Megasis," the first Iranian supermarket in Venezuela, in Caracas on July 31, 2020. - The relationship between Tehran and Caracas is growing, challenging their common enemy, the United States. First, five oil tankers arrived, weeks later a new ship with food to supply the first Iranian supermarket in Venezuela docked in the crisis-hit South American country. (Photo by STR / AFP)

En las últimas semanas, la economía venezolana ha mostrado un comportamiento que hasta hace poco parecía inusitado: la valoración diaria del dólar frente al bolívar ya no es una preocupación y mucho menos lo es salir apresuradamente a comprar divisas.

Escuchar como tema de conversación el alza diaria del dólar o ver estados de Whatsapp con mensajes de compra y venta de dólares, ha desaparecido del paisaje cotidiano. Tampoco es cuestión de urgencia revisar dos veces al día la cotización del llamado «dólar paralelo», que hasta el año pasado aumentaba exponencialmente su valor frente al bolívar y era utilizado como la principal referencia en el mercado.

Así, la vorágine económica que mostró Venezuela entre los años 2016 hasta mediados de 2021, con una hiperinflación descontrolada —sin precedentes— que destruyó el poder adquisitivo de la población, su calidad de vida y dejó al bolívar como una moneda que nadie deseaba tener en sus manos, muestra ahora otra dinámica.

En este escenario comienzan a aparecer locales comerciales que marcan sus precios únicamente en bolívares, cuando antes —en plena crisis hiperinflacionaria— sus estanterías mostraban solamente etiquetas con referencias en dólares, que se utilizaban para calcular el pago final de un producto según la tasa de cambio que dictaba el mercado paralelo, dependiendo del día y la hora que se realizara.

La nueva coyuntura, aunque mantiene las transacciones en divisas —en su mayoría con dólares en efectivo, criptoactivos y métodos de pagos digitales extranjeros—, muestra también una acentuada preferencia por el uso del bolívar a través de métodos de pago electrónicos e incluso de billetes que se mantienen en circulación con el nuevo cono monetario.

A inicios de semana, la vicepresidenta venezolana y también ministra de Economía y Finanzas, Delcy Rodríguez, indicó —durante la presentación de la memoria y cuenta ante el parlamento— que entre 2021 y 2022, la demanda del bolívar ha mostrado una recuperación y se ha revaluado en al menos 6% con respecto al dólar.

T/RT
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