Elecciones en el exilio

POR: JIMMY LÓPEZ MORILLO

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La semana pasada, los “magistrados” del Tribunal Supremo de Justicia “en el exilio”, cuya sede es itinerante -sesionan donde los agarre la noche, entre Bogotá, Miami y Panamá-, anunciaron la “suspensión” del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, y su “inhabilitación” para el ejercicio de cualquier cargo público.

La decisión, tomada “a Sala Plena”, fue anunciada en una comunicación enviada a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena -el de aquí, pues los amos de la dirigencia opositora venezolana no les han ordenado, todavía, designar un CNE “en el exilio”- y le giran instrucciones para que sean suspendidos los comicios presidenciales previstos para el domingo 20 del corriente.

Como así van las cosas, es de esperarse que en los próximos días la Asamblea Nacional en desacato debería nombrar tanto a un presidente de la República (interino y “en el exilio”, para no perder la tónica), como a un nuevo organismo electoral (“en el exilio”, off course) y que en un lapso perentorio se convoque a elecciones “libres y transparentes”, que por supuesto serían también “en el exilio”

En ese mismo orden de ideas –valga el lugarcomunismo-, dada la afición de esa dirigencia opositora por el “american way off life”, es de suponer que adopten, para tan excelsa ocasión, la modalidad gringa de las “boletas electorales”, que serían enviadas por correo a los 70 y pico de millones de venezolanos diseminados en el exterior, según los más recientes estudios efectuados en los laboratorios de J.J. Rendón, extremadamente confiables.

Así, recorrerían el mundo sobres con fotos de los aspirantes a conducir los destinos del país “desde el exilio”, como las siguientes: el retrato con cara de amargada de María Corina, que todos los miércoles aparece en el programa de Diosdado; el del vampiro Ledezma, arrodillado ante Mike Pence rogándole que invadan a Venezuela; el del cejijunto Borges, en poses similares; el de Ramos Allup, tras uno de sus frecuentes soponcios o el del gordito Velásquez, portando un cartelito que reza: “Se vende Presidencia. Sí hay punto. Más barato en efectivo”, por solo mencionar a algunos de los precandidatos.

Por si las moscas, las autoridades venezolanas “en el exilio” , tienen firmado un convenio con el Gobierno colombiano, para que en caso de no alcanzar el material electoral, les faciliten las fotocopiadoras utilizadas en el vecino país durante sus más recientes comicios.

Como puede verse, ellos tienen todo fríamente calculado –y que nos perdone el Chapulín- para continuar con su sainete, siguiendo guiones elaborados en Washington. Mientras tanto, el pueblo venezolano, que no se doblega ante amenazas imperiales, se prepara con alegría y firmeza, como fue demostrado en el simulacro de este domingo, para reelegir dentro de poco más de una semana, a Nicolás Maduro, con 10 millones de votos por el pecho. Más nada.

jimmylopezmorillo@gmail.com
Caracas