El domingo pasado se realizaron asambleas en 13.862 UBCh del PSUV en el marco de un extraordinario despliegue que superó ampliamente el millón de militantes. La participación masiva habla no solo de la fortaleza de nuestra organización, sino también de su talante democrático. Rebatiendo experiencias eleccionarias a lo interno de organizaciones políticas en nuestro país, éstas se llevaron a cabo dentro de un claro espíritu unitario.
No estamos afirmando que hemos alcanzado un nivel óptimo de desarrollo. Estamos conscientes que aún debemos seguir construyendo al PSUV en el plano organizativo, ideológico, moral…, pero es innegable el avance alcanzado en los últimos años.
Veamos que ocurre en el campo opositor, donde nos acusan de autoritarios. Realizan elecciones en solo 32 circunscripciones y presentan 110 candidatos a las primarias, mientras nosotros presentaremos, en cada uno de los 87 circuitos electorales del país, más de mil candidatos de un total de 10 mil militantes, que obtuvieron menciones en al menos una UBCh. Habría que agregar que la “unidad” opositora, implosionada por las victorias revolucionarias, se encuentra en terapia intensiva.
Estos éxitos en las postulaciones los hemos logrado en un contexto de movilización del pueblo y recolección de firmas contra el decreto imperial de Obama, así como del despliegue contra a guerra económica. El PSUV es un partido capaz de cumplir con tareas históricas de manera simultánea.
Este proceso de postulaciones nos prepara para un año de grandes retos, el principal de ellos expresado en al AN, así como obstáculos históricos para llegar a esa victoria, como son la ofensiva para derrotar la guerra económica y la injerencia imperialista. Sigamos desarrollando al PSUV, garantía fundamental para el avance de nuestra revolución.