Los motivos del lobo de Francisco de Asís|Elogio de la austeridad (Opinión)

Amo la austeridad. La sobriedad en la forma de vida. La sencillez en el comportamiento, y en la posesión y uso de los bienes.

Creo que el ejercicio de austeridad no es un problema de coyuntura cuando la situación está, por así decirlo, apretada.

No la veo como un mal asunto por el que hay que pasar.

Más bien la veo como una virtud para todo tiempo , lugar y condición.

Prefiero mil veces la moderación que el lujo y la ostentación y, por supuesto, que el derroche, que gozan de mi desinterés, cuando no de mi desprecio.

Eso es así en términos personales, por supuesto. Pero también en términos sociales, colectivos.

Creo que una sociedad sana es una sociedad que sabe lo que cuesta producir los objetos y, en consecuencia, los usa con mesura.

Una sociedad sana no despilfarra. Conoce bien que todos los bienes materiales y espirituales provienen del esfuerzo de trabajadoras y trabajadores. Y en ese sentido, sabe que hay que utilizarlos con un enorme respeto por quienes los produjeron.

En cierta medida, cada objeto hecho por el hombre es sagrado. Pero además creo que la vida es mucha más grata cuando se apoya fundamentalmente en los valores y no en la posesiones.

Lo mismo en una persona que en una sociedad, un colectivo, una nación.

Una vez cubiertas las necesidades esenciales para una vida decorosa, creo que el verdadero goce, el disfrute profundo, el del alma, viene del amor, de la comprensión de nuestra relación con la naturaleza, y de la serenidad interior. Así como del sentido de la propia dignidad.

Pienso estas cosas ahora que el presidente Nicolás Maduro hace un llamado a la austeridad. Me parece muy bueno que lo haga.

Y no puedo dejar de recordar al comandante Hugo Chávez, que tanto nos enseñó, con la palabra y con su ejemplo sobre los valores del vivir, del vivir viviendo, del vivir humano.

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