Elogio del contraataque

MAR DE LEVA

POR: FARRUCO SESTO

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Lo siento en la calle. Lo recojo del pueblo chavista, que ha cargado sobre sus espaldas el peso de las dificultades cada día, pero que igual brilla en sus ojos la confianza. Se despliega por todas partes. Me refiero al espíritu de contraataque, incorporado a la conciencia activa del pueblo a partir de las enseñanzas de Chávez.

“Ustedes recuerdan que trataron de rendirnos por hambre, sabotaje alimentario. La respuesta fue, bueno, el contraataque y eso tiene que ser una norma revolucionaria: cada agresión burguesa debe ser respondida con una contraofensiva de profundización revolucionaria”.

Lo dijo Chávez el 15 de agosto de 2012: el contraataque, una norma revolucionaria.

También Nicolás Maduro, como hijo de Chávez, maneja esa misma noción de contraataque. No sólo lo ha dicho repetidas veces , sino que lo ha puesto en práctica, como en el caso del llamado a Constituyente. ¿Qué fue, en aquel momento crucial, sino una contraofensiva contra la violencia fascista? Lamentablemente no tenemos sistematizados los discursos e intervenciones públicas del Presidente, por lo que no dispongo a la mano de una cita suya para ilustrarlo. Pero sabemos, porque lo hemos oído y lo hemos seguido, que ese concepto forma parte de su pensamiento como líder.

Y lo mismo pudiéramos decir de la mayoría de nuestros más importantes dirigentes, hombres y mujeres, en los cuales el concepto de contraataque pasó a formar parte de su espiritualidad política.

De manera que estas elecciones, y lo que de ellas se derive, hay que verlas dentro de ese mismo ánimo de contraofensiva.

Vivimos tiempos duros, ciertamente. Y vendrán situaciones fuertes. ¿Quién lo duda? Pero seguros de la victoria, no tenemos otro camino que avanzar con mucha fuerza para profundizar la Revolución.

¿Quiere decir esto que no hay que abrirle posibilidades al diálogo? De ninguna manera. El diálogo siempre será la opción civilizada para garantizar la paz y recomponer la convivencia esencial, cuando el enemigo la fracture. Eso también lo aprendimos de Chávez.

Y puesto que nosotros venceremos, nos tocará promover el diálogo, y acudir a él con la magnanimidad del vencedor. Pero también con su fuerza, la fuerza necesaria para que nunca vuelva a repetirse una situación como esta. Y para avanzar hacia el socialismo. El pueblo no entendería otra cosa.

farrucosesto@gmail.com
Caracas