Empresarios venezolanos visualizan transición económica al estilo chino

Treinta y nueve hombres de negocios están convencidos que hay una liberación de la economía local que difícilmente podrá revertirse. Las opiniones de algunos de sus integrantes contrastan con las de oposición política y las del Mandatario estadounidense, Donald Trump, quienes estiman que ningún cambio económico en el país será sostenible durante la gestión del presidente Nicolás Maduro

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Alberto Vollmer, presidente de la compañía Ron Santa Teresa, regresó al mercado de valores venezolano mediante una maniobra que recuerda la reapertura de la Bolsa de Shanghái hace 30 años, estrategia que también seguirá este año Horacio Velutini, cabeza del Fondo de Valores Inmobiliarios, convencidos que hay una liberación de la economía local que difícilmente podrá revertirse.

Ambos empresarios son parte de un grupo que se define como “optimistas anónimos”, el cual reúne a 39 hombres de negocios, banqueros e inversionistas venezolanos con un punto de vista diferente a buena parte de los portavoces de las asociaciones del sector privado.

Las opiniones de los líderes de Santa Teresa y FVI también contrastan con las de la oposición política nacional y la del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quienes estiman que ningún cambio económico será sostenible hasta que el presidente Nicolás Maduro abandone el poder.

El año pasado, el Gobierno socialista relajó inesperadamente los controles de la economía, lo que permitió transacciones en divisas que por más de 15 años fueron tabú, y hoy alimentan el libre comercio local en medio de la crisis y las sanciones de Estados Unidos, aunque las leyes regulatorias siguen vigentes.

En esta nueva etapa, Santa Teresa, una de las marcas de ron más conocidas de Venezuela y que exporta en alianza con Bacardi Ltd., desde hace tres años, prevé vender hasta 6 millones de acciones para recaudar unos 3 millones de dólares, con los que ampliará sus bodegas y número de barricas.

“Cada vez que nos sentamos con las autoridades o nos sentamos con otros empresarios decimos que esto hay que hacerlo y que parte de la recuperación de la economía va a pasar por esto”, dijo Vollmer a Reuters antes de un evento donde recordó a la China de los 80, que se reformó y permitió a muchas compañías salir de la quiebra al buscar capital en el mercado bursátil.

“Sí creo que Venezuela está entrando en un ciclo de apertura económica liberal”, agregó Velutini, quien junto a Vollmer impulsa una cámara de emisores de acciones creada en diciembre. Esos cambios, agregó, están llegando de forma desordenada, como sucedió en China y en Rusia con la perestroika, pero lo hicieron para quedarse.

“Tenemos 15 años de una economía controlada, y resulta que liberaron un poco las amarras y todavía no nos hemos acostumbrado a eso, no nos creemos lo que pasa”, apuntó.

Los empresarios que han tenido reuniones informales con autoridades estadounidenses por el impacto de las sanciones, están dispuestos a hablar con el Departamento del Tesoro porque las medidas -impuestas para asfixiar al Gobierno de Maduro-, están afectando al sector privado formal que ha sobrevivido estos años duros y quiere subsistir.

La banca local -agobiada por las regulaciones y la voraz inflación- es incapaz de dar préstamos a las empresas desde hace dos años y, por eso, los “optimistas” creen que el mercado de valores será una alternativa para encontrar fondos con los que expandir sus negocios.

Velutini sostiene que hay empresas de larga trayectoria que están creciendo y tienen potencial para incursionar en la venta de acciones. Más de una docena de empresarios y operadores de la bolsa consultados observan que hay interés en el mercado para nuevos títulos, en buena medida entre inversionistas venezolanos con dinero en el país y en el extranjero que también creen que las cosas están cambiando.

T/ Redacción CO-Información Agencia Reuters
F/ Archivo CO
Caracas