En el mismo péndulo

POR: MANUEL LÓPEZ

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El gran debate económico de la segunda mitad del siglo XX, después de la II Guerra Mundial, fue el de la organización de la sociedad sobre la base de los mercados frente a los que la organizan en torno a la planificación centralizada.

En el primer grupo estaban Estados Unidos, Europa y Japón y en el segundo Rusia y China, mientras que en los países del Sur se forjó una especie de híbrido, con dependencia de los centros industriales.

Los economistas neoliberales sostienen que desde el punto de vista político los mercados se organizan en torno a la democracia y la planificación central en torno a la dictadura del proletariado.

Con el predominio de la globalización en el mundo esta división tan tajante, producto de la Guerra Fría, se fue desplazando por el estudio del ciclo económico y la distribución de la renta. Etapas de crisis y de crecimiento han marcado el cenit del siglo XX y el transcurso del siglo XXI en la opinión pública mundial.

Dejada a un lado la economía planificada, por la caída del muro de Berlín, en ese discurrir de superar la crisis para alcanzar el crecimiento y el pleno empleo, el interés se fue desplazando hacia el endémico e inacabado debate entre neoliberales y keynesianos.

El primero con sus postulados de Estado mínimo, mercado poco regulado, equilibrio presupuestario a ultranza, énfasis en el largo plazo y un enfoque microeconómico centrado en la competitividad.

Y los segundos con sus propuestas de Estado beligerante en lo económico, mercados muy regulados, política fiscal de gasto con déficit público, énfasis en el corto plazo y enfoque macroeconómico orientado a regular la demanda global.

A este debate se incorporó el gran protagonista del siglo XXI: China. Por qué el gigante asiático, si este era un debate propio de las economías capitalistas, un posible acercamiento a la respuesta es que Pekín decidió vincular el yuan al dólar. Si el dólar baja, el yuan también y eso favorece sus exportaciones.

manueltodosadentro@yahoo.es
Caracas