A las 20:08, hora local, del 3 de junio tres terroristas a bordo de una furgoneta atropellaron a peatones en el puente de Londres y luego se dirigieron hacia la cercana localidad de Borough, donde acuchillaron a varias personas, antes de ser abatidos por efectivos policiales.
Las fuerzas de seguridad británicas desarrollan un amplio operativo que condujo en las primeras horas a la detención de 12 personas supuestamente relacionadas con el hecho, mientras continúan las investigaciones sobre esa acción, cuya autoría fue reivindicada por el grupo extremista Estado Islámico.
El denominado Comité Cobra, máximo órgano de seguridad de Reino Unido, efectuó el domingo una reunión extraordinaria de emergencia tras la cual la primera ministra, Theresa May, anunció un plan para frenar la ola de ataques terroristas contra este país.
En tal sentido, May indicó que se implementará una nueva estrategia antiterrorista, la cual posibilitará que las fuerzas de seguridad cuenten con mejores posibilidades para enfrentar con mayor eficacia esta amenaza.
Se prevé, además, elevar las condenas de los sospechosos de terrorismo, fortalecer el enfrentamiento a las acciones e ideología de grupos extremistas islámicos, así como elevar la vigilancia en Internet para evitar el empleo por estos del ciberespacio para planear atentados.
El 22 de marzo de este año el extremista islámico Khalid Masood arrolló a decenas de personas en el puente de Westminster, en Londres, acuchilló a un policía frente al Parlamento y causó la muerte a cinco personas antes de ser ultimado.
El 22 de mayo el terrorista suicida Salman Abedi, supuestamente vinculado con el grupo extremista Estado Islámico, provocó una explosión en un estadio de la ciudad de Manchester durante un concierto de la cantante norteamericana Ariana Grande, donde murieron 22 personas y otras 59 resultaron heridas.