En parques y plazas, caraqueños se sacan el “ratón” de año nuevo

Disfrute familiar en el Parque Los Caobos

Angi Amais, una muchacha graduada en 2019 de bachiller, estuvo ayer con su familia en el Parque Los Caobos saboreando la tranquilidad y la frescura de este refugio boscoso sentada en las posaderas de la fuente de Francisco Narváez. De la Navidad cuenta que la pasaron en familia. Hicieron como 200 hallacas, que repartieron entre la familia, los allegados y las amistades.

-¿Y qué tal 2019?

-Ahí. No fue como otras Navidades, porque algunos se fueron fuera del país. Espero que el 2020 sea mejor -dice Amais.

En horas del mediodía de este primer viernes de enero y del año el Parque Los Caobos lucía sin mucha concurrencia. Algunos, sobre todo los niños, disfrutaban de los aparatos del parque infantil, entre toboganes, columpios y otras estructuras metálicas. Otros se deleitaban con un paseo en bicicleta, y una buena parte de los asistentes disfrutaban de un picnic en familia, o con los nietos, como la abuela Damelis. Otros prefirieron la emoción de subir al Waraira Repano.

El árbol navideño de la Plaza Bolívar atrae a los citadinos

“Familia, normalito, con los nietos. No pudimos viajar. Nos quedamos aquí. Las hallacas que comimos las trajo la familia”, señala Damelis, quien almorzaba en una mesa de cemento dispuesta en el parque con sus pequeños nietos Máximo y Aquiles.

Máximo dice que junto a su papá se fueron para casa de la abuela. El 31 se abrazaron y se dieron el feliz año.

“El Niño Jesús me trajo una bicicleta”, confiesa el niño, “un carro a control remoto y un muñeco pantera negra. Nunca había tenido bicicleta ni carro a control remoto. Yo estaba preocupado porque Aquiles siempre se porta mal y Santa Claus le iba a traer carbón”.

La abuela Damelis cuenta que en casa hicieron una cena entre todos.

“Cada quien llevó algo. Ahorita hay que contribuir entre todos. Los importante es pasarlo en familia y estar unidos”, dice la abuela.

Por el centro de la ciudad se apreció una buena cantidad de gente a pesar de que muchos negocios permanecieron cerrados como consecuencia de los coletazos y del asueto decembrino. Algunos negocios, sobre todo tiendas de calzado, abrieron sus puertas y ofertaron remates de fin de año.

En la plaza Bolívar, muchos citadinos se acercaron a tomarse fotografías en el árbol gigante decorado con cajas de regalos multicolores.

Según la alcaldía del municipio Libertador, la impieza que muestra Caracas por estos días se debe a la activación el pasado jueves de una jornada de limpieza en varias parroquias, como parte de las políticas de mantenimiento y recuperación de espacios públicos del Gobierno Bolivariano.

«Nos encontramos desplegados barrio adentro, comuna adentro, en todo El Valle, San Antonio y en paralelo en la parroquia El Cementerio, como un solo equipo la Alcaldía de Caracas con sus entes como la Corporación de Servicios, Supra Caracas, los compañeros de Policaracas, los brigadistas y el poder popular para dar mantenimiento y recuperación de nuestros espacios públicos», informó Xiomara Toro, jefa del Gabinete de Servicios de la Alcaldía de Libertador.

Luego de las fiestas decembrinas, el Gobierno Bolivariano, por medio de la Alcaldía del municipio Libertador, ha emprendido estas jornadas de mantenimiento para brindar al pueblo caraqueño espacios limpios para la recreación y el esparcimiento. Además de limpia, las calles y avenidas de la ciudad lucen despejadas y sin la acumulación vehicular debido al éxodo de diciembre.

Felices y contentos

Wilfredo Mijares, también contactado en el Parque Los Caobos junto a Luz Marina Castillo resume las Navidades con un “bien, gracias a Dios”.

-¿Qué significa bien?

-Que no tuve ningún inconveniente. Comimos hallacas, pernil. Todo bien. Relajado. Tuvimos juguetes para los muchachos; más bien regalamos juguetes, porque nosotros estamos en un CLAP y por su intermedio nos llegaron juguetes. Somos del 23 de Enero, del barrio Observatorio. Repartimos como ciento y pico de regalos a los muchachos de más necesidad. Esos juguetes los mandó el presidente Nicolás Maduro.

-¿Y el pernil?

-También lo repartimos.

-¿Hicieron hallacas?

-Por demás. No nos podemos quejar de las Navidades. Estamos desmayados, ya que acabamos de comer y estamos en el parque.

-¿Cómo les fue en 2019?

-Para mí relativamente bien.

-¿Y qué espera del veinte veinte?

-Todos como venezolanos debemos poner un empeño para que esto se resuelva; no es culpa del Gobierno. Nosotros deberíamos ponerle freno a la especulación. Llega un tipo le pone un precio a un producto y la gente lo compra. Si no frenamos eso, no vamos a estar bien. La inflación no se va a controlar. La culpa no es del Gobierno. La solución es hacer como en Uruguay que subieron la carne tres, cuatro veces el precio, y la gente dejó de comprar carne. Tuvieron que bajarla. Aquí ponen las cosas caras, y uno viene y las paga. No es el Gobierno, es uno. El Gobierno como ha hecho cosas buenas, ha hecho cosas malas. Si un gobierno fuera perfecto no fuese gobierno. De los errores vienen las correcciones. Entonces, todos los venezolanos tenemos que empeñarnos en acabar con esta guerra.

-¿Y qué espera de 2020?

-Que todo mejore, que se corrijan los errores y que todos podamos disfrutar de nuestro país como debe ser. Que más nunca los venezolanos emigren.

Luz Marina Castillo asienta por su parte que “mejor imposible “, refiriéndose a este diciembre recién ido. Luego lanza una seguidilla de loas y alabanzas a Nicolás Maduro.

“¡Que viva la Revolución Bolivariana! ¡Que viva mi presidente Nicolás Maduro! Gracia a Dios y a nuestro Presidente todas estas Navidades las pasamos demasiado bien. Más no podemos pedir a Dios. Nosotros, como somos luchadores sociales, siempre disfrutamos nuestras Navidades bien, y las pasamos contentos. Venimos de abajo, pero somos felices donde vivimos”, señala.

T/ Manuel Abrizo
F/ Miguel Romero
Caracas