Elevar su valor al costo significaría un aumento de 3.000%|Miguel Jaimes opinó que no es el momento para ajustar precio de la gasolina

El tema del aumento del precio de la gasolina tiene varios años en el tapete, pero para tomar una decisión es necesario detenerse a analizar algunas consideraciones. Una de ellas es que se trata de una de las más baratas del mundo; otra es la reacción popular ante los ajustes que desencadenaron los hechos del 28 de febrero de 1989, denominado El Caracazo, planteó el politólogo y especialista en temas geoestratégicos, Miguel Jaimes.

“Sociológicamente esa decisión llevó a una revuelta popular, hecho que sigue estando muy presentes en el imaginario colectivo, a la hora de poder discernir sobre el peligro o no del aumento del precio de los combustibles”, apuntó.

El costo de producir un litro de gasolina está en el orden de 2,66 bolívares; colocarlo a este valor significaría un aumento de 3.000%, estimó el especialista en temas petroleros.

Muchos sectores en Pdvsa, en la Asamblea Nacional, en el ámbito laboral y en el Partido Socialista Unido Venezuela (PSUV) se han pronunciado por un incremento del precio de la gasolina, pero eso puede ser caldo de cultivo para una escalada de precios en todas las actividades de la economía, alertó.

LO PRIORITARIO

Más que aumentar el precio de la gasolina, según Jaimes, es más urgente incrementar la capacidad de producción petrolera que deberá estar en 2019 en 6,9 millones de barriles diarios y, este año, debería cerrar en más de cuatro millones de barriles diarios.

Esto no solo está establecido en el plan de la patria, sino en el Plan Siembra Petrolera. “La economía venezolana se han mantenido con una extracción de crudo en varias décadas alrededor de 3 millones de crudo, pero ante la baja del precio es necesario evaluar ese impacto también”, planteó.

Técnicamente no es tan fácil llegar a la meta de 6,9 millones de barriles por día, pero se debe cumplir esa meta por todos los compromisos financieros que se tienen y las grandes inversiones que se están haciendo, fundamentalmente, en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez.

«El Gobierno chino ha realizado grandes prestamos al país que ascienden a más de 50 mil millones de dólares y esperan resultados a futuro para compensar esos financiamientos. Nos corresponde a nosotros cumplir. El gigante asiático acordó con el Gobierno venezolano recibir alrededor de 1,5 millones de barriles diarios para el año 2016. En eso la República tiene una gran responsabilidad», aseveró.

En la Faja están instalados 22 países con 26 empresas para elevar la producción de crudo, en eso hay que concentrarse, más que el elevar el valor de los combustibles en estos momentos que priva «una arremetida de los enemigos de la Revolución».

LA MÁS BARATA

No es del todo cierto que Venezuela tenga la gasolina más barata del mundo, Nigeria, Arabia Saudita y Kuwait también la tienen. Además, la baja del precio del crudo se ha traslado al valor de los carburantes.

Los consumidores estadounidenses están muy contentos por la baja de la gasolina y eso eleva la popularidad de Barack Obama, pero no va a ser sostenible en el tiempo, porque los precios del crudo se van a recuperar y eso incidiera en el costo de los combustibles, sostuvo el analista petrolero.

El precio del vino en Santiago es mucho más asequible que el de los mercados internacionales; igualmente Venezuela lo debe hacer con la gasolina, porque somos un país petrolero, argumentó el profesor universitario.

Jaimes insistió en que se opone al aumento de precio de la gasolina porque Venezuela es una economía monoexportadora que depende del petróleo. Toda nuestra canasta básica se está importando, aseguró.

Aun cuando hay una aceptación de la población elevar el valor de los combustibles, que se manifiesta en las propinas que reciben los empleados de las estaciones, el hecho de establecer la normativa de manera formal incidiría en el aumento de precio de todos los productos, aseveró.

COMPONENTE ESPECULATIVO

Reconoció que producir la gasolina tiene un alto costo para el Estado, pero mayor sería el impacto para el Gobierno elevar el valor del carburante. Porque no existe un efectivo control de precios que impida que se desborde la inflación.

«No disponemos de un control de precios bien establecido de la canasta de los principales bienes y servicios que se ofrecen en el país. Existe un alto componente especulativo que prevalece en la economía venezolana», argumentó.

En este momento esto contribuirá esa la vorágine inflacionaria, porque los actores económicos no tendrían el menor reparo en ajustar los precios al dólar especulativo. “El venezolano ha aceptado un valor más alto, como dije se evidencia cuando lo paga, el problema es cuando se establezca como una política nacional», agregó.

DESARROLLAR EL GAS

Lo que se debe hacer en estos momentos, es ir desarrollando la infraestructura y un sistema de transporte público del Estado, de manera que cuando se tome la medida no impacte en la población.

Falta avanzar en la construcción de las vías de ferrocarriles y toda la interconectividad entre las regiones con la finalidad de reducir el costo de la movilización que ahora es muy elevada.

El especialista en temas geoestratégicos recomendó ir hacia el uso de gas y del gasoil. El parque automotor venezolano es de 4,5 millones de vehículos, de los cuales cerca de 10% es de carga, el resto usa gasolina, lo que incide en la demanda.

El sector transporte en el país está muy influenciado por impacto de los precios de los combustibles. «Tenemos una economía muy leonina con una apetencia por el lucro demasiado exacerbada queso le debe poner límite. Un aumento del costo de los combustibles avivaría esa inercia especulativa», alertó.

EL ÉXITO DEL CHIP

Resaltó el éxito que se obtuvo con la instalación de los mecanismos electrónicos para el suministro de gasolina, mediante la instalación de chip. Esto permitió reducir las colas en las estaciones de servicio y evitar el contrabando de extracción.

Un tanque lleno de gasolina en Venezuela cuesta alrededor de 5 bolívares, puesto en la frontera con Colombia cuesta cerca de 4 mil bolívares y se genera al contrabandista alrededor de 90 millones de bolívares al mes, un negocio muy lucrativo, indicó.

Esa es una experiencia que hay que replicar en todos los municipios de los estados fronterizos. «Hay maneras creativas de hacer frente a ese flagelo del contrabando que causa ingentes perdidas al país, antes que elevar el valor de los combustibles en un momento que se avecina una contienda electoral», reitero el catedrático.

Jaimes insistió en la idea de crear un consejo nacional energético y el centro de investigación tecnológica para ahorrar combustible conjuntamente con las naciones aliadas, como Brasil, Rusia, Bielorrusia, Irán, China y la India que ha recibido importantes premios por investigación.

Esto permitiría aumentar el rendimiento los motores en el uso de combustibles por kilómetro, hay autos que consumen un litro de gasolina por trece kilómetros. «Nosotros tenemos que ir al doble. Cómo podemos avanzar, dónde está el problema en la válvula o cambiándole el sistema de inyección u otros elementos mecánicos», se preguntó.

No cree factible que el aumento del precio de la gasolina vaya a incidir en un mayor ahorro de ese combustible. Al mercado interno se destinan más de 700 barriles por día. Venezuela y Trinidad y Tobago son los países de la región que más despilfarran energía, recalcó.

Texto/Manuel López
Foto/Luis Franco