Al menos nueve personas han perdido la vida y unas 60 han resultado heridas durante tres días de enfrentamientos en la ciudad de Trípoli, a 85 Km al norte de Beirut, capital de El Líbano.
Los violentos choques, iniciados el pasado martes en Trípoli por algunos francotiradores en dos barrios rivales, uno de mayoría alauí, partidarios del Gobierno sirio, y otro suní, detractores del presidente de Siria, Bashar al-Asad, acabaron en su primer día con la vida de dos personas y dejaron a varias otras heridas.
Asimismo, el miércoles murieron 5 hombres y algunas decenas de personas resultaron heridas. La violencia en esta zona ha aumentado después de que el pasado 30 de noviembre unos 20 hombres armados libaneses intentasen violar el territorio sirio y atentaran contra las fuerzas de seguridad del Gobierno sirio en la localidad de Tel Kalaj, en el suroeste del país árabe.
Los colegios y las universidades en Trípoli siguen cerrados desde el martes; la ciudad está paralizada debido a las agitaciones. A pesar de las advertencias de las Fuerzas Armadas libanesas a los francotiradores para dejar los tiroteos, aun se escucha eventualmente el sonido de los disparos.
El primer ministro libanés declaró que tras contactar con Damasco ha logrado obtener la identidad de cinco de sus compatriotas ajusticiados en Tel Kalaj.
Entre tanto, Ali Abdul Karim, embajador sirio en El Líbano, comunicó el miércoles al canciller libanés, Adnan Mansur, la disposición de Damasco de devolver los cadáveres de los hombres armados.
Las fronteras comunes entre El Líbano y Siria han provocado que la parte libanesa viva muy de cerca el conflicto sirio, iniciado en marzo de 2011.