El estado mexicano de Sonora enfrenta este jueves el mayor desastre ecológico en su historia a causa de 40 mil metros cúbicos de químicos tóxicos derramados por una mina de cobre a un río de ese territorio norteño.
Así lo consideró Jaime Varela, profesor emérito de la Universidad estatal, quien señaló que la contaminación causada por el vertimiento de solución ácida de sulfato de cobre tiene graves implicaciones para la salud de humanos y animales.
De acuerdo con el especialista, conocedor de los procesos de la mina de Cananea, el líquido vertido al arroyo Las Tinajas y que luego llegó al río Sonora tenía bajos niveles de ácido sulfúrico, pero alto contenido en metales pesados.
Según información de Protección Civil, fue el pasado miércoles cuando sobrevino el derrame de 40 mil metros cúbicos (40 millones de litros) de la solución ácida al caudal del afluente, el cual atraviesa seis municipios.
Ese río abastece a centenares de ranchos y ejidos que dependen de su agua para actividades agropecuarias y recreativas, así como para el consumo humano de 22 mil pobladores de la ribera.
César Lagarda, delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el territorio, informó que el Grupo México, dueño de la mina de cobre, ocultó por uno o más días el incidente dado a conocer el viernes último.
Según el funcionario, al realizar los análisis correspondientes se encontraron restos de arsénico, cadmio, aluminio, hierro, manganeso, níquel y cobre en concentraciones superiores a las permitidas en el Sonora.
La empresa ocultó deliberadamente la falla, añadió Lagarda, quien señaló que Grupo México deberá pagar para remediar el daño, además de multas que le impondrán la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Conagua.
Francisco Navarro, directivo de la Secretaría de Salud, recomendó a los ciudadanos de las localidades por donde atraviesa el torrente que no consuman su agua ni se bañen en ella, pues se expondrían a riesgos como problemas neurológicos, cáncer, y afectaciones a la piel y al sistema nervioso central.
Autoridades de primer nivel de los gobiernos federal y estatal establecieron ayer el Comité de Operación de Emergencias, en el cual decidieron recrudecer las restricciones para el empleo del líquido contaminado.