Este martes|Entregaron en Falcón premio a la inventiva popular

La Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y Tecnología (Fundacite) entregó este martes 22 de mayo el Premio Ibrahim López García y el Premio Regional de Ciencia y Tecnología, conjuntamente con la Gobernación de Falcón, con el objetivo de estimular el ingenio, inventiva e innovación.

Once falconianos compitieron por el premio Ibrahim López García, en su primera edición, donde resultó ganador el tecnólogo popular Argenis Morillo, quien lleva más de 30 años de experiencia en la construcción de elementos para uso en la cocina fabricados en metal.

El presidente de Fundacite-Falcón y de la Unidad Territorial Falcón del Ministerio para la ciencia, tecnología e innovación, Frank Zamora, dijo que en las próximas ediciones deberá aumentar el número de participantes por la promoción que hace Fundacite en las comunidades apoyando el componente investigación e innovación.

En este mismo evento se entregó el Premio Regional de Ciencia y Tecnología, que tiene 13 años reconociendo los méritos científicos, académicos y universitarios de los investigadores.

Alexa Senior ganó el premio en la modalidad de Investigación y Desarrollo, mientras Catalina Rey, Carmen Chirino, Lilia Carrero y Aura Scaramelly se acreditaron la mención publicación.

En la modalidad de Difusión se premiaron los trabajos de los periodistas Reyes Segundo Quintero, en la mención medio impreso; Sailú Urribarrí, en la mención radio, y una mención honorífica para Edmundy González. Todos los galardonados recibieron trofeo, diploma y reconocimiento en metálico.

Resaltó Zamora la inscripción de 122 falconianos en la 2da convocatoria del Programa de Estímulo a la Innovación e investigación (PEI) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, también anunció la propuesta de declarar el 8 de noviembre como Día Regional del Tecnólogo Popular, en conmemoración al nacimiento de Ibrahim López García.

López García nació en el pueblo de Cabure en la Sierra de Coro, en 1925. Publicó varios trabajos y dos libros, Una nueva energía para la vida en la Tierra en 1976 y Sobre trompos, cúpulas y vuelo, en 1981. Muchos de sus experimentos se hicieron en la Sierra de San Luis. Murió en la ciudad de Maracaibo en 1994.

Su principal legado estuvo orientado hacia la construcción de modelos a escala, exponiendo como conclusión que el planeta podía tener una oportunidad de perpetuarse si apostaba a “la energía magnética, fría, silenciosa e inagotable”, según sus propias palabras.

Fuente/AVN