Recuerda que estuvo 2.250 noches durmiendo solo, sin ver la luna, en la Isla del Burro: un campo de concentración anticomunista de la Cuarta República, ubicado en el Lago de Valencia, donde estuvo preso. De allí, logró escapar el 26 de septiembre de 1965, después de ser trasladado al Hospital Militar de Caracas. “Me metieron en unos tigritos de 2 x1”, contó.
Clodosbaldo Russián nació en San José de Aerocuar, capital del municipio Andrés Mata en el estado Sucre. Asegura que no pisará su pueblo natal hasta que le devuelvan el nombre original al municipio. “Tiene que volver a llamarse Bernardo Bermúdez”.
-¿Cómo es la vida de un Contralor General de la República?
-¡Jajaja! Es anti familiar. Mi familia siempre me reclama tiempo. Mientras más alto sea el cargo público que se desempeña, más alto es el precio que paga la familia. Me levanto todos los días a las 4:10 am, incluyendo los fines de semana. Salgo de mi casa a las 5:00 am y llego a la Contraloría a las 5:45 am. Son horas muy productivas: uno redacta con mayor facilidad y revisa mejor los documentos y expedientes.
-¿No se cansa?
-Es un trabajo duro y apasionante. Me canso, como todos los seres humanos. Afortunadamente la buena salud me ha acompañado. Cuando el tiempo me lo permite, voy un par de veces al gimnasio. Mi día transcurre tratando de crear formas para auditar, ante el hecho cierto que hay gente inescrupulosa que busca formas innovadoras para atentar contra el patrimonio público.
-¿Practicó algún deporte?
-Jugué softbol hasta los 50 años. Practiqué boxeo en 1957 y 1958. Eso me ha permitido que a esta edad pueda estar físicamente bien de salud.
LUCHA SIN CUARTEL
-¿Cómo combate la burocracia?
-Todo funcionario público es burócrata, pero hay una conducta perversa del funcionario público cuando se burocratiza. Es una conducta que tiene que ver con la falta de formación política, la falta de formación ideológica y la insensibilidad en la cual muchas veces caemos los seres humanos. El burocratismo es falta de conciencia.
-¿El burocratismo es generador de corrupción?
-Puede que derive en la corrupción. Así no reciba dinero el funcionario, también es corrupto porque está percibiendo una remuneración y no está cumpliendo con el trabajo.
-¿Quiénes son susceptibles de sanciones por corrupción?
-Es corrupto el reposero, quien sin estar enfermo inventa una enfermedad. Es corrupta la persona que, sin tener un cargo público, ofrece que va a “diligenciar” una pensión del seguro social, por ejemplo. La corrupción tiene un doble componente: corrupto, el que recibe; y corruptor, el que que da o soborna. No hay corruptos sin corruptores. Por eso es que hay un doble discurso de los sectores económicamente poderosos cuando denuncian la corrupción, pues ellos son los grandes beneficiarios de la corrupción.
-¿No le temblaría el puso si tuviese que aplicar sanciones a un funcionario revolucionario?
-No se puede ser revolucionario y corrupto a la vez. Es mi deber, es mi obligación. La ley no establece ninguna excepción. Nosotros sancionamos conductas, no personas. El gran aliado que hemos tenido para combatir la corrupción ha sido el presidente Chávez.
HONOR, FIDELIDAD Y LUCHA
-¿Cuántas veces te han amenazado?
-Han sido muchas. Ha habido amenazas absurdas. Me han dicho que me van a meter preso a esta edad, y me he preguntado: ¿Cuántos? ¿Tres años? Cuando tenía 24 años, un Tribunal de Guerra de Caracas me condenó a 25 años. Ahora, pensé: ¡Me están desvalorizando! ¡Jajaja! He llegado a niveles de degradación muy altos, jajaja.
-¿Una juventud entre torturas, persecución y presidio?
-Las torturas son vejámenes. Fui detenido a los 23 años, y salí a los 30. Ya tengo el cuero curtido. Las desapariciones políticas comenzaron en Venezuela en 1964. En el gobierno de Raúl Leoni (Acción Democrática). Fue el año terrible para nosotros. Sólo comparable con 1814, cuando la Guerra de Independencia. Fue mucho dolor físico y espiritual.
-Usted ha mantenido la presencia y el legado de Fabricio Ojeda y de la lucha revolucionaria de la década de 1960.
-Hubo una política dirigida a borrarnos del firmamento. Fabricio Ojeda era la figura política más emblemática de quienes participaron en la lucha armada. Él fue el presidente de la Junta Patriótica que derrotó al régimen perezjimenista. El mantenía la tesis de que era indispensable una alianza cívico-militar para poder hacer la Revolución en Venezuela. Sus palabras se mantienen vigentes. Nosotros estuvimos presos juntos, nos enjuiciaron juntos. Cuando salí en libertad, consideré que era mi deber crear un Comité de Familiares y Amigos que todos los días 23 de enero recordaran la vida de Fabricio.
-¿Qué han hecho para preservar esa historia y estimular la memoria fértil en las nuevas generaciones?
-Reconozco que tenemos una cuota de responsabilidad. No hemos narrado ni escrito lo suficiente para dar a conocer esa época que históricamente es importante. Entendamos que la situación que hoy se vive está íntimamente ligada a la lucha de la década de 1960. Razón tiene el presidente Chávez al decir que hay gente que participó en esa lucha y hoy lo critica. ¡Claro! Lo critica gente que se apartó de ese camino, que ha renegado de esa lucha.
LA ÑAPA
-¿Qué piensa de las redes sociales?
-Las redes sociales en Internet forman parte del mundo moderno y hay que utilizarlas. De acuerdo con la utilidad que le des al instrumento, éste va a ser positivo o negativo. Hay que estar en todo.
-¿Y de un Jefe de Estado en Twitter?
-Chávez, de no ser político, hubiera sido un vendedor extraordinario. Todo lo que ofrece, se vende. Menciona un libro, se agota la edición; anuncia un teléfono celular, y se agota la existencia. Es un vendedor de primera. Hasta Bill Gates lo habría contratado para que le vendiera las computadoras. Chávez, como dijera un amigo mecánico, es modelo 53. La televisión llegó a Venezuela en 1953. Él es un niño de la televisión. Él ha sabido aprovechar la capacidad que tiene de transmitir y de informar. De lo contrario, no tendría esos programas, ni estaría en Twitter.