Un exjefe en la extinta Policía Nacional (PN) fue enviado este lunes a juicio, acusado de participar en el asesinato de 37 personas durante la quema en 1980 de la embajada de España en Guatemala.
El juez encargado definió así la situación de Pedro García, quien dirigiera un comando de aquella fuerza, sobre la base de pruebas presentadas en su contra por el Ministerio Público (MP).
Entre esas están documentos del archivo de la PN que demostraron las exigencias del control, seguimiento y vigilancia de los campesinos llegados desde Quiché y que tomaron aquí la sede diplomática para exponer sus demandas.
Los efectivos al mando de García rodearon el edificio con la orden de no dejar salir a nadie, la cual el MP argumentó provino del entonces presidente, general Romeo Lucas, mediante su ministro de Gobernación y el director de la PN.
El 31 de enero de 1980 un incendio provocado llevó a la muerte por calcinación a los indígenas en el interior de la embajada.
Una de las víctimas mortales fue el padre de la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, quien en una audiencia dijo que la apertura del juicio es fundamental, por la dignidad de Guatemala y para decir no a la impunidad.
A García también lo imputan por el asesinato de dos estudiantes universitarios durante el sepelio de aquellos campesinos, realizado dos días después.
Según testigos, el jefe del comando estaba al frente de agentes vestidos de civil y armados para reprimir a los participantes y a los jóvenes los alcanzaron las balas disparadas a mansalva e incluso fueron rematados con el tiro de gracia.