Los Raptors de Toronto pasaron de ser uno de los principales contendores de la Conferencia del Este, a ser uno de los equipos más flojos de la NBA.
El conjunto en el que milita Greivis Vásquez solo ha podido ganar un juego en sus últimas 10 presentaciones y apenas ha salido airoso dos veces después de la pausa del Juego de las Estrellas.
El registro de la escuadra canadiense luego del clásico de luminarias es de 2-9, lo que generado que hayan descendido del segundo lugar de la Conferencia, al cuarto.
Si el entrenador Dwane Casey no logra hacer despertar a su grupo de inmediato, incluso podrían caer más abajo debido a que solo tienen dos juegos de ventaja sobre los Wizards de Washington, que ocupan la quinta casilla, y cuatro sobre los Bucks de Milwaukee, que se ubican sextos.
La debacle de los Raptors llegó en el momento más inoportuno, la recta final de la ronda regular (le restan 18 partidos); sin embargo, tienen tiempo para reaccionar y entrar fuertes a los playoffs.
El coach Casey quiere que esa reacción se produzca cuanto antes.
“No deberíamos tener que esperar a recibir una patada en la dentadura o ser golpeados en la cabeza, para empezar a jugar. Es como le dije al equipo, no importa lo que siete u ochos jugadores hagan allá fuera en la cancha, siempre y cuando estemos jugando duro, con inteligencia, como una sola unidad; no importa quién sea el rival”, comentó el coach al diario The Star de Toronto.
ESTE VIERNES ANTE LOS HEATS
Este viernes por la noche los dinosaurios reciben la visita del Heat de Miami, que es ahora mismo es el dueño del octavo lugar en el Este y saldrá a darlo todo con el objetivo de afianzarse en esa última posición que otorga un cupo a la postemporada.
La ocasión luce perfecta para que los Raptors en su casa den inicio a la reacción que tanto quiere Casey, ante un rival que no dará treguas.
La serie particular en esta temporada la domina la escuadra de South Beach 1-0.
El venezolano Vásquez después del Juego de las Estrellas está promediando 7,5 puntos, 4,4 asistencias y 39 por ciento de efectividad en tiros de campo, en 23,2 minutos por juego.
El caraqueño ha tratado de distribuir más el balón.