“Es evidente que en Venezuela ha habido un cambio profundo”

Para Mario Sanoja Obediente es evidente que en Venezuela ha habido un cambio profundo en estos 20 años, lo que pasa es que el tiempo histórico es muy breve comparado con los miles de años de la historia y la gente no se da cuenta porque, como está viviendo precisamente esos acontecimientos, no siente que se están transformando, pero la Venezuela de hoy, reitera, no tiene nada que ver con la de hace 20 años. Resalta como muy positivo que el pueblo, sea chavista o antichavista, no quiere violencia. Desea que las cosas cambien pero pacíficamente, lo cual es una gran ventaja porque eso nos ha salvado de las intervenciones del imperio y de los lacayos como Colombia, Brasil.

Sanoja, junto a su esposa Iraida Vargas Arenas, estuvo entre los asistentes al pasado seminario sobre los 20 años del triunfo de Hugo Chávez, con que se inició la Revolución Bolivariana, organizado por el Centro Nacional de Historia en la Casa de la Historia Insurgente. Sanoja e Iraida Vargas forman una dupla de antropólogos e historiadores, considerados entre los de mayor proyección y honestidad intelectual por sus aportes, su constancia y profundidad, a la hora de desmontar las mentiras y las manipulaciones que la historiografía tradicional, ha impuesto al servicio de los grupos de poder y la ideología dominante durante los últimos siglos.

Iraida, en un aparte del seminario, le dijo al Correo del Orinoco que uno de los mayores aportes de Hugo Chávez consiste en haber despertado en el pueblo la conciencia de que debería ser protagonista de su propia liberación, convirtiéndose en sujeto y constructor de su destino y que eso únicamente lo lograría si se organizaba y participaba. Solo el pueblo salva al pueblo, hizo saber Chávez.

Iraida también destacó la grandeza e importancia del pueblo Caribe, al que llamó sabio, pero que fue calificado por los historiadores de belicosos, secuestradores de mujeres, cuando dominaron un inmenso territorio, fueron grandes navegantes, llegaron hasta La Florida y formaron una gran nación. Incluso, todavía se asocia el ser caribe con la belicosidad y la viveza.

Mario Sanoja destaca como increíbles los cambios habidos a nivel cultural y material en estas dos décadas, entre ellos el haber acabado con el analfabetismo, la atención al problema de la salud en un país en el que la mortalidad era altísima, sobre todo en mujeres y niños. “Eso se ha reducido en casi 95 por ciento”, señala.

Sanoja también destaca los logros en la construcción de vivienda, las políticas sociales y laborales, la educación. Todo eso ha cambiado.

“Yo creo”, refiere, “que una de las cosas importantes que ha pasado es que esta revolución ha movilizado a la gente y la ha organizado para la vida. El pueblo se organiza para todo, para el agua, para conseguir vivienda, y eso es algo que no hicieron otros movimientos progresistas en América Latina, en Argentina, Ecuador, Brasil, de manera que al imperio le fue muy fácil derrocar esos movimientos porque carecían de una estructura popular organizada”.

Detalla que hace varios años estuvieron en Ecuador dictando conferencias en zonas populares sobre las comunas, y a la gente se le preguntaba cómo se hacia para organizar una comuna y se imponía a una enorme burocracia que obstaculizaba las iniciativas.

Sanoja les explicó que él no era ecuatoriano, pero que hacer una revolución implicaba organizarse y que si participaran efectivamente , hubieran podido hacer sus comunas como en Venezuela

“Eso es la gran diferencia, que mucha gente no la ve con respecto al resto de América Latina y con Europa, inclusive. Este es un país que está organizado, con sus fallas, sus carencias, pero está organizado y responde como masa colectiva. Eso no existía antes. Entonces, un gran logro de la revolución es haber creado esa conciencia colectiva, esa conciencia de que es necesario participar de una u otra manera, lo cual es la clave del éxito de la revolución y por eso es que gente como Manuel López Obrador se ha dado cuenta que esa es la vía, posiblemente él no sea chavista ni va a hacer un gobierno chavista en México, pero es que el chavismo se ha convertido en una filosofía de la acción, de la práctica. Yo creo que el pensamiento chavista se está convirtiendo en una filosofía de la acción y eso es muy importante”, aclara.

Un “terciazo”

Preguntado sobre qué papel jugó la nueva constitución en todo esto, responde que le dio contenido legal a todo ese proceso.

“La revolución creó a través de la constitución todas las estructuras de acción y de poder que necesita para seguir caminando. Claro, esa constitución, como el tiempo pasa tan rápido, ya está obsoleta, por eso es que están haciendo otra.

-¿Y qué cree usted que debe contener la nueva?

-No soy experto en eso, pero tiene que recoger todo lo que ha pasado en esto 20 años y darle forma de leyes, convertir todo ese proceso histórico en elementos institucionales para que le revolución pueda seguir desarrollándose. Tine que ir creando la estructura jurídica y legal que mantenga ese proceso.

-¿Qué representa para usted la figura de Chávez desde el punto de vista humano y político?

-Chávez en lo personal era un “terciazo”, como dice la gente, un tipo simpatiquísimo. Nosotros lo conocimos, aunque no éramos muy amigos de él, pero sí hablamos mucho. Un hombre muy simpático, pero aparte de todo, muy inteligente, un lector extraordinario, con una formación política y filosófica singular, y aparte de todo eso, pudo visualizar la utopía de la revolución, y no solamente la utopía, sino la manera cómo esa utopía se llevaba a la práctica, eso es lo que se llama un genio.

La singularidad de que Venezuela haya protagonizado momentos estelares históricos en América Latina, primero en 1810, contra España y ahora contra el imperialismo estadounidense, se explica

porque este país ha tenido un destino importantísimo en la región. Los grandes cambios han comenzado por Venezuela pero la historia burguesa se ha encargado de echarle tierra a eso.

“Nosotros (Sanoja e Iraida Vargas) acabamos de escribir un libro que se llama La fragua del bravo pueblo. Cuando Bolívar habló del bravo pueblo no estaba aludiendo a una entelequia, aludía a una realidad. Este es un pueblo que desde el siglo XVIII en adelante ha sido el motor de la historia en América Latina. La historia burguesa se encargó de borrar la historia del pueblo y quedó solamente la de la burguesía, pero esta revolución se ha encargado de sacar a flote la historia del pueblo venezolano, la historia del bravo pueblo, entonces uno puede ver que este proceso no es un hecho casual, sino es la fase final de un proceso que comenzó por lo menos en el siglo XVIII. Estas rebeliones que transformaron de hecho el estatus colonial de Venezuela que tenía antes de 1810, esta revolución se fue fraguando con los siglos, por eso es que uno encuentra esas afinidades, por ejemplo, entre Bolívar, Zamora y Chávez, que son parte del mismo proceso, por eso esta revolución no tiene marcha atrás, la historia marcha hacia adelante y de aquí la revolución irá a crear cosas nuevas pero no volverá a la Cuarta República porque eso ya no existe”.

-¿Por qué los intelectuales de derecha y la academia no defienden el régimen que le es afín o con el que han convivido?

-Es que no tienen mucho que decir. Una de las características de este momento es que es una historia rebelde, insurgente, que se alza contra la historia burguesa y esta casa, que es la casa de la Historia Insurgente representa un nuevo concepto, es la historia del pueblo y sus gestas, dando a entender que la historia no es solamente el cuento de un héroe, un individuo, o una clase determinada. Es la historia de todo el pueblo, eso, por supuesto, una interpretación que ha echado por tierra la historia burguesa que es la historia de los generales, de los grandes políticos, es la historia de la gente común que se ha puesto de relieve no como individuo sino como colectivo. Eso es el cambio fundamental que ha traído esta revolución en la visión de la historia de Venezuela.

-¿Usted soñó con esto?

-Yo a los 11 años entré a la juventud comunista y mi familia era una familia de luchadores. Mi hermano mayor, Augusto Sanoja, murió en la cárcel porque era uno de los líderes de la huelga petrolera de 1936. Nunca lo conocí. Lo recuerdan sus camaradas, tenia 21 años. Mi padre también se llamaba Augusto Sanoja, era un luchador social . Yo cuando entré al liceo me metí en la juventud comunista como había hecho mi padre y mis hermanos mayores. Era una manera de continuar esa visión del mundo que ellos habían tenido. Bueno, aquí estamos ahora.

-¿Recuerda algo que le haya dicho Chávez?

-Él discutía más que todo con Iraida que estaba más metida en la política que yo.

-¿Qué retos tenemos ahora?

-Derrotar al imperio. Nada más. Ese es el que nos tiene pisado. Ese es el enemigo, los demás son unos payasos del imperio.

Contra la historia servil

Iraida Vargas ubica la figura de Hugo Chávez como el hombre que echó por tierra esa visión que la burguesía había impuesto en los últimos dos siglos: que este era un pueblo en minusvalía, dedicado a la molicie. Chávez impacta la sociedad con un discurso antagónico. Convenció a la gente de que no era un pueblo más sino que era el pueblo de Bolívar. Al hablar del Árbol de las tres Raíces vinculó al pueblo la conciencia de provenir de los libertadores, de gente que amaba la patria.

“A partir de ahí siempre he dicho”, sostiene, “ que su más grande legado consiste en haber convencido al pueblo de la necesidad de ser su propio sujeto y que eso solamente lo lograría si se organizaba y asumía responsabilidades en el proyecto que impulsaba, porque hasta ese momento, el pueblo era menospreciado de una manera que ni siquiera era capaz de tener un concepto de la política”.

Explica que al analizar la historiografía tradicional se encuentra con una descalificación de los procesos populares de rebelión, se les señala que no tenían proyecto político. Se despreciaban todas las sublevaciones que arrancaron el siglo XVI. En el siglo XIX se les calificaba a los insurrectos de forajidos, de salteadores de haciendas. Se señalaba que cuando los españoles nos invadieron ni siquiera se formó aquí un virreinato, porque lo que había aquí eran pueblos nómadas, llenos de superchería. Chávez, con apego a la historia, dice lo contrario.

“Es decir, la grandeza de Chávez estuvo en reconocer que todas rebeliones obedecían a que el pueblo no deseaba esa sujeción, esa dominación y que eso persiste hasta hoy. Osea, podemos marcar algunos hitos, como hizo el: Guaicaipuro, después Bolívar, Zamora, pero lo que vamos a ver es una línea histórica continua de más de 400 años que rebela eso, que el pueblo no se asumía como quería la derecha que se asumiera”, indica Vargas.

T/ Manuel Abrizo
F/ Héctor Rattia, archivo CO