El papa Francisco dijo que “suscita horror solo pensar en que haya niños que no verán nunca la luz, víctimas del aborto”, en la primera referencia directa al tema desde que fue elegido.
El Papa argentino, en su discurso a los 180 representantes diplomáticos de los países que tienen relaciones con la Santa Sede, también se refirió a los niños “utilizados como soldados, violados o asesinados en los conflictos armados o hechos objeto de mercado en esa forma de esclavitud moderna que es la trata de seres humanos, un delito contra la humanidad”.
El pasaje sobre los niños como expresión más alta de la situación de los débiles e indefensos en el mundo, fue el núcleo más dramático de la intervención del pontífice en defensa de los derechos humanos en la Sala Reggia del Vaticano, ante los embajadores, entre ellos el argentino Juan Pablo Cafiero.
El Papa afrontó las principales crisis de guerras y conflictos agudos en el mundo de hoy, dándole también la perspectiva de la defensa de los más desamparados. “La paz resulta herida donde la dignidad humana viene negada, ante todo entre aquellos que no tienen la posibilidad de nutrirse en modo suficiente. No pueden dejarnos indiferentes los rostros de quienes sufren hambre, sobre todo los niños”.
Dijo que hay una “cultura del descarte” de los seres humanos “como si fueran cosas no necesarias. A continuación repudió el “horror” del aborto y de los niños sometidos a toda clase de vejaciones.
Al repasar los conflictos mundiales más dramáticos en 2013 y que se proyectan sobre este año que comienza, en primer lugar se refirió a Siria, donde una guerra civil sangrienta castiga también a la minoría cristiana. “Es necesaria una voluntad política común para poner fin al conflicto. Auspicio que la conferencia ‘Ginebra 2’, convocada para el 22 de enero, señale el comienzo del deseado camino de pacificación. Al mismo tiempo es imprescindible el pleno respeto del derecho humanitario”, sobre las poblaciones civiles inermes, remarcó el pontífice.
Hoy llegará a Roma el secretario de Estado norteamericano John Kerry, quien ha elogiado “el liderazgo del Papa” en promover activamente la pacificación de Siria. Kerry es el primer canciller católico norteamericano en más de una década y se reunirá con el Secretario de Estado Pietro Parolin para discutir la situación de cara a la reunión cumbre de Ginebra 2, que debería promover concretas medidas de pacificación.
Francisco se mostró preocupado por el agravamiento de la situación interna en el Líbano y las señales crecientes de inestabilidad en Egipto e Irak. Expresó en cambio su satisfacción por los progresos cumplidos entre Irán y el grupo de las seis más grandes potencias sobre la cuestión nuclear.
El Papa, que visitará Tierra Santa entre el 24 y el 26 de mayo, alentó en el discurso los esfuerzos de paz entre Israel y los palestinos para “encontrar una solución justa y duradera” en forma urgente, con “el apoyo de la comunidad internacional”.
En relación a Africa, Francisco mostró “grave preocupación” ante la guerra civil en la República Centroafricana, que “ha causado destrucción y muerte”. Pidió que la comunidad internacional intervenga “para contribuir a hacer cesar las violencias, restablecer el estado de derecho y hacer llegar la ayuda humanitaria”.
También habló de las situación difícil en Nigeria, Mali y Sudán del Sur, donde se registran sangrientos ataques continuos a las minorías cristianas. En Asia auspició la reconciliación entre las repúblicas del sur y del norte en la península coreana.