Un nuevo escándalo por presuntos actos de corrupción salpica a Scotland Yard, la fuerza policial británica, tras la revelación del Daily Telegraph sobre tráfico de influencias y actos ilegales en una unidad anticriminal especial fomentados por excolegas, ahora detectives privados
Según el diario en el interior del escuadrón SCD6, que entre otras tareas investiga los gastos excesivos de los parlamentarios, se montó una suerte de «organización criminal» combinada con exfuncionarios agrupados actualmente en la agencia de seguridad privada Risc.
La organización tenía la capacidad de infiltrarse en altos niveles de al Policía Metropolitana para recoger informaciones que iban surgiendo en el marco de distintas investigaciones, según la misma fuente. Entre las evidencias sospechosas se certificaron al menos 300 llamados telefónicos irregulares intercambiados entre los agentes de Scotland Yard y los detectives de Risc en el lapso de un año.