Protagonistas del 13 de abril de 2002 participaron en un foro antiimperialista a las afueras del hemiciclo de la Asamblea Nacional, donde dieron testimonios de las acciones cívico-militares para lograr el regreso del presidente Hugo Chávez luego del golpe de Estado del 11 de abril.
El teniente de fragata Christian Medina Macero, para ese entonces integrante del primer anillo de seguridad de Chávez, advirtió la necesidad del que el pueblo venezolano cierre filas junto al presidente Nicolás Maduro en su empeño de “luchar con puño de hierro contra la impunidad, por ser el elemento que ocasiona y permite que se prolongue la desestabilización”.
Medina Macero llamó a “la radicalización de la revolución a partir de la justicia”, para lo cual, señaló, “es necesario neutralizar las intenciones golpistas de la oposición nacional e internacional mediante el enjuiciamiento a quienes participen el planes para romper el hilo constitucional”.
LEALTAD TOTAL
El general Manuel Cristofer, también miembro del primer anillo de seguridad de Chávez, dijo que “aunque el imperialismo y sus operarios en Venezuela continúan tratando de seducir a militares y civiles para acciones insurreccionales”, “el valor de la lealtad y amor a la patria deben ser la motivación que nos impulse”.
Expresó que en virtud de esos principios “cuando era su escolta estaba dispuesto a hacerme matar por defender la vida del comandante Chávez, habrá que preguntar a quienes participaron en los intentos de golpes de Estado contra Chávez y Maduro por qué estarían dispuestos a morir”.
ACTITUD DE LA IGLESIA
El presidente de la Comisión de Seguridad y Defensa de Asamblea Nacional, Willian Fariñas llamó la atención sobre las motivaciones económicas que produjeron el distanciamiento entre la jerarquía católica y el gobierno del presidente Chávez: “El reconcomio de conferencia episcopal venezolana comenzó a partir de la decisión del presidente Chávez –quien era Católico y cristiano– de entregar los aportes del Gobierno Nacional a las parroquias y a sus párrocos en vez de entregárselos a los jerarcas de la iglesia”.
Fariñas acusó a la jerarquía católica de “participar contra de todos los procesos libertarios que ha vivido la República desde 1821, y particularmente en 2002 cuando se alió con Fedecamaras, militares desleales y partidos de la oposición para derrocar al presidente legítimo que ese momento era Hugo Chávez e instaurar en el poder Pedro Carmona Estanga”.
ÁNGELES EN LA ORCHILA
Durante el foro, La mano injerencista de los Estados Unidos en el golpe de abril 2002, los ponentes narraron algunas anécdotas sobre algunos hechos inéditos relacionados con personajes opositores. Tal es el caso de lo contado por William Fariñas quien señaló que fue él quien contactó al cardenal Ignacio Velasco, gracias a las diligencias de monseñor Roberto Lückert León, para que viajara a La Orchila como garante de la vida del Presidente, que estaba detenido en esa isla.
“Logramos convencerlo del peligro que significaba la posible de muerte del presidente Chávez aunque otros dicen que su intención, al aceptar servir como mediador, era convencer al comandante Chávez de la necesidad de la firma de su renuncia otros piensan que simplemente asistió a darle la última confesión a este cristiano en caso de ser asesinado”, relató.
En todo caso, relató que “cuando llegó a su destino y en medio de su conversación con el Presidente secuestrado, aparecieron en el cielo dos “ángeles”, que fueron los helicópteros que lo rescataron y lo trajeron de nuevo a su lugar en el Palacio de Miraflores”.