El escritor argentino y Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, comentó este martes que le escribió al presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, luego de que ganara este mismo galardón en el año 2009 y le pidió que fuera coherente con los principios que sostiene el lauro.
«Le dije: ahora tienes que ser coherente», relató Esquivel durante una conferencia ofrecida durante el congreso Universidad 2012 que se realiza en la capital cubana desde este lunes.
«Con modestia, le pedí a Obama un avión de 95 millones (de dólares) para dedicar ese dinero a la construcción de escuelas, hospitales, para ponerlos al servicio de la vida y de la paz (…), le solicité el más barato, pues tienen algunos a costos exorbitantes de 2 mil millones de dólares el aparato», agregó.
«Lamentablemente, el armamentismo para muchos es un negocio de muerte», sentenció el escritor latinoamericano durante el Congreso.
Ante esto, el encargado de la cátedra de Cultura para la Paz y Derechos Humanos de la Universidad de Buenos Aires instó a que se realice una cruzada por la paz, así como también a «pensar en las identidades, porque aquí (en la Tierra) nos salvamos todos o nos salvamos ninguno».
«Cuando hablo de paz no pienso en la ausencia de conflictos, porque ésta no tiene nada que ver con la pasividad, es ante todo, dinámica de transformación de la vida de las personas, es diversidad y no uniformidad», indicó.
Igualmente señaló que » la paz no es una abstracción, pues tiene rostros de hombres, mujeres y niños, de pueblos y de la madre naturaleza».
Al congreso Universidad 2012 que se realiza en La Habana asisten cerca de tres mil delegados de 55 países, según informó la agencia cubana Prensa Latina.
En el encuentro realizado este martes se efectuaron 17 talleres abiertos y los delegados de las diferentes naciones recorrieron la muestra de los principales resultados científico-técnicos de la enseñanza en Cuba, que contó con expositores de México, Italia, Venezuela, Francia, China y Panamá.
En esta oportunidad se tuvo la presencia, además de Esquivel, del luchador social y religioso brasileño Frei Betto, ministros de varios países, y el subdirector general de Educación de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el chino Qian Tang.