Escritor Ernesto Pérez Cañizález obtuvo el Premio de Poesía Fernando Paz Castillo

El jurado de la XXII edición del Premio de Poesía Fernando Paz Castillo decidió por unanimidad otorgar el galardón al poemario Costumbres, pecados y otros altares, presentado bajo el seudónimo Más sabe el diablo por viejo, correspondiente a Ernesto Antonio Pérez Cañizález, joven escritor oriundo de Valencia, estado Carabobo.

El veredicto fue dado a conocer por Roberto Hernández Montoya, presidente del Centro de Estudio Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), institución encargada de la organización de este certamen que convoca a escritores venezolanos, no mayores de cuarenta años, con el propósito de estimular la actividad creadora de jóvenes escritores del país, así como honrar y perpetuar la obra del poeta Fernando Paz Castillo.

De acuerdo con el veredicto, el jurado integrado por el bardo Ángel Malavé, la poeta y artista plástico Ximena Benítez y la escritora Yurimia Boscán, todos de reconocida trayectoria, premió el poemario Costumbres, pecados y otros altares “por su acabado lenguaje poético cargado de filosofía de lo cotidiano y conciencia del oficio, a la luz de una búsqueda personal del decir poético, que deviene en la consolidación de una voz madura y atrevida que coloca al ser humano frente a la vida y frente a sí mismo”.

Dos menciones honoríficas

El jurado decidió otorgar mención honorífica a otros dos poemarios entre los que se cuentan Las torres de arena, presentado bajo el pseudónimo José Gregorio Valera, correspondiente al escritor Marco Tulio Ortiz Marcano, nacido en Cumaná, estado Sucre, “por su acabado y genuino lenguaje, hermosas imágenes existenciales que interpelan la mirada del poeta y reeditan la realidad, poniendo de manifiesto la conciencia de oficio del autor. Poemario de gran unidad temática”, consideró el cuerpo evaluador.

La segunda mención fue para el conjunto de poemas agrupados bajo el título Desde el vagón, presentado con el pseudónimo Transeúnte. Esta obra fue reconocida “por cristalizar la búsqueda de una voz urbana inconforme e irreverente, pero también intimista, donde el metro es el escenario para una poesía que explora la dimensión del caos citadino -tanto en lo personal como en lo multitudinario-, logrando imágenes que se descomponen según las situaciones o los elementos que el poeta evoca en medio de las circunstancias diarias que envuelven a cada estación, desde Propatria a Palo Verde”. La autoría de este poemario es la escritora caraqueña Mariajosé Escobar Gámez.

Por su parte, Roberto Hernández Montoya recordó que las personas que han recibido este premio, de 40 años de existencia, se han proyectado hacia el futuro y son voces poéticas reconocidas en la actualidad.

T/ Redacción CO
F/ Cortesía