Por Daniel Córdova Zerpa|Espejos (Opinión)

La lista de los “sesudos analistas” de la derecha es larga, todos acuden en perfecta formación a las tribunas comunicacionales de sus amos mediáticos para declarar en coro, casi al unísono, que la solución a los problemas económicos pasa por un “plan de ajustes”.

Con su mejor cara de ladrillo, estos señores repiten una y otra vez, sin mucho sobresalto, que la salvación consiste en un vulgar “paquetazo”. Tienen la astucia comunicacional de evadir el impopular término, pero es fácil darse cuenta de que siguen anclados a la propuesta neoliberal-salvaje. Aquella que pauta un Estado mínimo, privatizaciones, liberación de los servicios básicos (salud, educación, vivienda, energía, etc.), desregulaciones, disciplina fiscal y eliminación de la inversión social por improductiva.

Con cínico desparpajo estas mentes brillantes de la economía obvian de un plumazo los magros resultados que dejó esta política durante la tenebrosa década de los años 90. Claro que semejante cinismo es entendible, porque las élites decimonónicas obtuvieron ganancias espectaculares a costa del empobrecimiento de los pueblos de Nuestramérica.

Así que por mas dificultades que estemos pasando y por mas omisiones y/o errores que haya podido cometer el Gobierno Bolivariano, no hay que perder de vista por un minuto que en el fondo de esta prolongada guerra económica sigue planteada una lucha a muerte entre dos modelos irreconciliables: el neoliberalismo salvaje y el de soberanía patria. Con el primer esquema les va bien a las élites, en la segunda opción la construcción de Patria es tarea de todos, para beneficio colectivo.

Abundan dramáticos ejemplos del fracaso del modelo neoliberal, tanto del pasado reciente como del tiempo actual. Para los mas jóvenes, los incautos e incrédulos, bastaría con que voltearan la mirada hacia el México, el Brasil, la Colombia y la Argentina del presente.

Son los espejos donde se refleja con nitidez la imagen despiadada de la excluyente propuesta neoliberal.

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