El jefe de la delegación del gobierno colombiano en los diálogos de paz con la guerrilla de las FARC-EP, Humberto de la Calle, afirmó este viernes que las recientes interceptaciones ilícitas del proceso no han afectado su cauce.
En declaraciones al programa Urna de Cristal, de la televisión estatal, De la Calle dijo que sería tonto negar que ese espionaje existe, al aludir a las infiltraciones realizadas por el hacker Andrés Sepúlveda desde una oficina ubicada en un exclusivo sector del norte bogotano, allanada el pasado martes por la Fiscalía.
Añadió que el Gobierno se ha mantenido al margen de esa situación, como lo hizo durante el escándalo de interceptaciones realizadas desde la base Andrómeda en un céntrico sector de la capital colombiana (destapado en febrero último por la revista Semana).
Ahora hay «serios indicios de que eso está pasando, parece que hay empresas privadas que venden información, pero reitero que en nuestra condición de negociadores nos atenemos a los resultados institucionales, si bien creo que debemos conocer los resultados lo antes posible», señaló.
La Fiscalía lleva a cabo una serie de investigaciones y confiamos en que las autoridades nos van aclarar esto, precisó.
El Cuerpo Técnico de Investigaciones de ese órgano judicial desmanteló esta semana el centro de espionaje dirigido por Sepúlveda, cuyos servicios admitió haber contratado el candidato a la presidencia por el Partido Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga, aunque expresó su sorpresa de que un acto ilícito de ese tipo se cometiera en esa oficina.
Según estableció la Fiscalía, Sepúlveda espió los correos electrónico del jefe de prensa de la guerrilla de las FARC-EP en la mesa de conversaciones, los del máximo jefe de esa guerrilla, Timoleón Jiménez, y secretarios de Estado del Gobierno, así como una cuenta institucional.
También determinó que Sepúlveda y su esposa, la actriz Lina Luna, trabajaban en el equipo de redes sociales de la campaña de Zuluaga, cuyo jefe de prensa, Luis Alfonso Hoyos, renunció la víspera al revelarse sus conexiones con el hacker.
Sepúlveda, quien guarda prisión preventiva en un calabozo del bunker de la Fiscalía por orden de una jueza de control de seguridad, se comprometió a colaborar con ese órgano judicial y entregar una lista de personas relacionadas con los hechos, a cambio de una reducción de pena.