Está casi listo el tercer largometraje de ficción de los hermanos Luis y Andrés Rodríguez

La pieza que producida por la Villa del Cine está en un 70% y se espera que llegue a las salas a finales de este año. Mientras tanto su pieza Hijos de la sal nos representa una vez más ante la audiencia francesa

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En etapa de posproducción se encuentra Un destello interior, tercer largometraje de ficción de los hermanos Luis y Andrés Rodríguez, realizadores venezolanos reconocidos por una amplia trayectoria como documentalistas, área en la que han abordado una considerable variedad de temáticas a lo largo de aproximadamente 50 obras, material suficiente para organizar una muestra particular de varias entregas.

La información en relación a la nueva obra de ficción de los hermanos Rodríguez se conoció por medio de una nota de prensa difundida por la la distribuidora estatal Amazonia Films en la que los realizadores celebran la participación de Hijos de la sal, su segundo largometraje de ficción, en la semana de América Latina y el Caribe en el Instituto Cervantes de París, donde el filme venezolano tendrá una proyección el próximo 9 de junio.

LENGUAJE PROPIO

Un destello interior, dice la nota, narra la historia de Silvia una mujer, interpretada por Jericó Montilla, que atraviesa una enfermedad terminal, con el agravante de que tiene una hija de 6 años llamada Sara, encarnada por Sol Vázquez. En este contexto, el conflicto del filme se sostiene en la preocupación de Silvia sobre el futuro de Sara, sin sus cuidados, protección y guía.

En este sentido, los hermanos Rodríguez se sumergen una vez más en el drama humano intenso e intimista vinculado con las relaciones familiares, como ocurre en sus dos primeras obras de ficción de larga duración, Brecha en el silencio e Hijos de la sal.

Con apenas tres películas de ficción los hermanos Rodríguez han logrado configurar un lenguaje propio, forjado sin duda alguna por una larga carrera en el plano del documental y construido con base en una metodología de producción muy particular en la cual se compaginan no solamente las ideas y tareas de cada uno de los hermanos, sino además la labor del resto del equipo de trabajo.

CALIDAD CLASE A

Con su ópera prima, Brecha en el silencio, los morochos Rodríguez consiguieron nada menos que tres premios en la edición de 2012 del Festival Internacional de Cine de El Cairo, reconocido como de Clase A por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF), en las categorías de Mejor Actriz, por el trabajo de la entonces debutante Vanessa Di Quattro, el Premio Internacional de la Crítica y Mejor Ópera Prima.

Además, esta historia sobre Ana, una adolescente con discapacidad auditiva de origen humilde que ha visto pasar sus años frente a una máquina de coser, trabajando para sostener a sus dos hermanos menores y soportando en silencio los abusos de un padrastro pervertido y una madre indiferente, también obtuvo seis premios en el festival de Cine Venezolano de Mérida, incluyendo ópera prima y el premio del público.

En el caso de Hijos de la sal, reconocida por los propios autores como una pieza mucho más compleja desde el punto de vista narrativo y de “delicada digestión” para el público acostumbrado a las fórmulas aristotélicas de la gran industria estadounidense, se llevó los premios a Mejor Dirección; Mejor Película, Mejor Actriz, por la labor de María Alejandra Jiménez, Mejor Actor por la interpretación de Terry Goitía, y Mejor actor de Reparto, por la intervención de José Torres, entre otros reconocimientos.

DIGNA REPRESENTANTE

Así mismo, Hijos de la sal obtuvo una mención especial en la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, en Curaçao (Ciffr) donde se convirtió en la cinta más taquillera de la muestra.

Esta obra nos ha representado en escenarios de Colombia, Canadá, República Dominicana, Puerto Rico y ahora estará por segunda vez en Francia.

Con un guión escrito por los propios directores junto a Carlos Tabares, Hijos de la sal, más que narrar, muestra, en códigos que apelan a la sensorialidad, la historia de los hermanos adolescentes María y Enrique, dos habitantes del pueblo salinero de Las Cumaraguas, interpretados por María Alejandra Jiménez y Terry Goitía, quienes deben afrontar una nueva situación de desorientación, luego de la muerte de la figura prepotente de Evaristo, el padre encarnado por José Torres.

Hijos de la sal es una película llevada a los extremos, a los límites que permite la libertad de la ficción a unos autores que buscan explotar su capacidad expresiva al desprenderse de la rigurosidad impuesta por el género documental que obliga a mantener una postura ética mucho más rígida.

Se trata de una película evidentemente hecha para mover y remover a la audiencia que desde un principio debe decidir si entra o no el el crudo, profundo y complejo esquema de reglas de juego de la historia.

ALTAS EXPECTATIVAS

Con todo este trabajo que los respalda los morochos Rodríguez ponen por su propia mano las expectativas del público cinéfilo en relación a su próxima obra Un destello interior, producida por la Villa del Cine y que será distribuida por Amazonia Films.

Según la nota de prensa, el largometraje se encuentra completo en un 70% y se espera que llegue a los circuitos comerciales a finales de 2019.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Archivo CO
Caracas