Con el fin trazar una estrategia que permita certificar a Venezuela como un país libre de fiebre aftosa, se instaló ayer la IV Reunión Ordinaria de la Comisión Suramericana para la Erradicación de Fiebre Aftosa (Conefa), capítulo Venezuela, instancia que congrega a representantes del ámbito público y privado relacionado con el sector agropecuario.
Desde la sede del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierra (Mppapt), el viceministro para el Desarrollo Pecuario Integral, Wilmer Alcázar, precisó que con el esfuerzo mancomunado del Gobierno nacional y la empresa privada se creará una línea de acción para que en un plazo no mayor a tres años, la Organización Mundial de Sanidad Animal formalice la condición de Venezuela en esta materia.
Destacó que “gracias al esfuerzo del Gobierno Bolivariano”, desde hace cinco años no se registran brotes de fiebre aftosa en el país, un hecho que atribuyó a las campañas de vacunación con la que se atiende a más de 98 por ciento del rebaño nacional.
Estrategia
Entre las estrategias planteadas destacan la continuidad del plan de vacunación masiva del rebaño bovino, cuya meta para el último trimestre de 2018 es del ciento por ciento de la población de animales, en todo el territorio nacional. El período se iniciará el 15 de octubre próximo y se extenderá por 45 días continuos, con la rectoría del Mppapt, del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral “y la participación protagónica del sector productivo nacional”.
A juicio de Alcázar, el trabajo conjunto de lo público y privado para hacer competitivo el sector pecuario, permitirá conquistar mercados internacionales para la exportación de la producción agropecuaria nacional.
La vigilancia epidemiológica será otro de los factores atendidos para el logro de la meta. En este sentido, el viceministro mencionó la firma de acuerdos “con el sector productivo nacional para que el reporte de la sospecha de enfermedades vesiculares se haga de manera expedita e inmediata”.
Los acuerdos pactados en la reunión permitirán gestionar apoyo técnico ante el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, además del suministro de vacunas contra este mal destinadas al segundo ciclo de vacunación 2018.
La representación del sector privado incluyó a delegados de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), la Confederación Venezolana de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan), la Federación Nacional Bolivariana de Productores Agropecuarios (Fenabopro), de la Asociación de Criadores de Ganado Ovino de Venezuela (Asovinos), la Asociación de Productores Bolivarianos de Ovinos y Caprinos (Asocaprino), así como de la Federación Venezolana de Porcicultura (Feporcina).
Igualmente, participaron representantes de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral y el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas.
Alcázar explicó que la fiebre aftosa es una enfermedad que afecta a animales de pezuña hendida, es decir aquellos clasificados como vacunos, bufalinos, caprinos, bovino. Aclaró que la enfermedad considerada por la Organización Mundial de la Salud “no zoonótica”, es decir no transmisible de los animales al humano, y de baja mortalidad.
Recodó que en 2017 se identificó un brote de fiebre aftosa en Colombia, condición cuyo origen se intentó atribuir a Venezuela. Señaló que la tentativa formó parte “de la guerra económica, al bloqueo político, mediático, internacional que quiere hacer ver a nuestro país como el causante” de problemas en naciones vecinas.