Según el más reciente estudio revelado por la encuestadora Hinterlaces, el estado de ánimo de los venezolanos ha venido mejorando respecto a los resultados obtenidos en noviembre.
Estos datos fueron presentados en el programa José Vicente Hoy, transmitido este domingo en el canal privado Televen, destacando que los indicadores socio-emocionales positivos del país se incrementaron.
“Los venezolanos manifiestan sentirse optimistas, tranquilos y esperanzados, a la espera que mejore la situación económica”, leyó José Vicente Rangel en las conclusiones del estudio realizado entre el 13 y 24 de enero a través de 1.580 entrevistas directas en hogares en todo el país.
Comparando los resultados de noviembre 2016 y enero 2017, se observa un incremento, aunque leve, de indicadores como el optimismo (2 noviembre 2016 fue de 54%, y el 24 enero de 2017 fue de 69%); mientras que el pesimismo descendió (2 noviembre 2016 fue 44%, el 24 enero 2017 fue 69%)
Contrastando entre la felicidad y la tristeza, 51% dijo sentirse feliz actualmente (en noviembre era 49%), mientras que los tristes son un poco menos respecto al año pasado.
La esperanza se incrementó un punto (de 73% a 74%) mientras la frustración bajó uno también.
De acuerdo al estudio, la confianza es la que va ganando puntos, sin embargo sigue predominando la preocupación por encima de ésta, aunque la tranquilidad persiste.
En las conclusiones presentadas por Rangel, destaca que los venezolanos rechazan la violencia y apuestan por la paz y la estabilidad.
Y aunque hay molestia y preocupación, no hay rabia ni furia colectivas que puedan caotizar a la sociedad venezolana.
En este sentido, sugiere la encuestadora que el gobierno bolivariano tiene el reto de restablecer la confianza de los sectores populares a partir de su gestión económica.
“Es en la economía donde se juega hoy el destino de la revolución. Es el tiempo de las soluciones y de los hechos. Después de una etapa de batallas y triunfos, la gente quiere orden, valores, eficiencia y también certidumbres acerca de su porvenir. El discurso debe estar basado en la realidad y en la verdad. El gobierno bolivariano debe enfrentar -con resultados- una implacable guerra económica y construir de renovado discurso esperanzador que resignifique la crisis y se conecte simbólicamente con las nuevas expectativas sociales, de manera de reconstruir el sistema y reconquistar el respaldo de las mayorías”, citó.