El Tribunal Supremo italiano ordenó este lunes al Estado pagar indemnizaciones a los familiares de los fallecidos, tras el accidente aéreo de un avión DC-9 de la aerolínea Itavia, con 81 personas a bordo, informó la televisión capitalina.
La referida corte considera que el gobierno debe asumir la responsabilidad de ayudar a los allegados de las personas afectadas por la catástrofe, ocurrida el 27 de junio de 1980 y considerada uno de los hechos más bien guardados por los servicios de seguridad.
Durante más de tres décadas, tanto los medios de prensa como los propios investigadores manejaron varias versiones de las causas del desastre, desde un desperfecto técnico del avión o una explosión a bordo hasta el impacto de un misil en pleno vuelo.
El desplome de la nave aérea se registró cerca de la sureña isla de Ustica, apenas una hora después de despegar de un aeropuerto de Bolonia (centro de Italia) con destino a Palermo, en la isla de Sicilia.
Para 1999, las fiscalía consideró que el desastre fue consecuencia de una acción bélica fortuita entre aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y de Libia.
Sin embargo, las pesquisas se reabrieron en 2008, luego que el exmandatario italiano Francesco Cassiga reveló que el DC-9 fue alcanzado por un misil disparado por la Marina francesa, cuando intentaba atacar a un avión en el que viajaba el líder libio Muammar Gadafi.
Pero en septiembre de 2011, un tribunal civil de Palermo determinó que el ministerio de Defensa debía pagar unos 100 millones de euros a los familiares de las víctimas fatales, al considerar que la nave fue derribada por un cohete disparado por un caza italiano.
Al parecer, según esa otra versión, un avión se escondió tras el DC-9 para evadir los radares y era el blanco que perseguía el misil de los aviones de combate, los cuales se acercaron al aparato aéreo de la ya desaparecida compañía Itavia.