El pasado 26 de septiembre -siguiendo instrucciones del Presidente Chávez- el vicepresidente Ejecutivo, Elías Jaua, ordenó la adjudicación inmediata de 100 apartamentos a las familias afectadas por la crecida del río en Marapa-Piache, estado Vargas. Las viviendas forman parte de un conjunto residencial que construye el Ministerio de Hábitat y Vivienda frente al Aeropuerto Internacional de Maiquetía.
El Correo del Orinoco realizó un recorrido por las instalaciones y pudo constatar las condiciones de lugar y la forma en que al gente empieza a organizarse.
El complejo habitacional consta de 20 torres de dos módulos de cinco pisos y 30 apartamentos cada una. Aunque la totalidad contempla 600 apartamentos, sólo se dispuso de una parte, pues las obras no están listas y la mayoría están comprometidos, ya que fueron concebidos para funcionarias y funcionarios del Estado que requerían soluciones habitacionales.
Los apartamentos tienen dos cuartos y dos baños (uno dentro de una habitación), un espacio convertible, una sala comedor, una cocina y lavandero.
La urbanización cuenta con dos canchas multiusos, en las que un instructor deportivo del Instituto para la Defensa y Asistencia del Niño y del Adolescente (Idena) da clases a las y los jóvenes de las familias reubicadas.
Sólo importa el bienestar
Aunque el pasado viernes 24 de septiembre, cuando ocurrió la crecida, fueron trasladas 78 familias a un refugio que se improvisó en la rampa 4 del Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, cinco de ellas decidieron abandonar el refugio ya fuera para volver a sus casas o para ir a vivir con algunos parientes. Por eso las viviendas fueron asignadas a 73 grupos familiares.
El lunes 26 se trasladó al lugar las primeras 57 familias, y las 16 restantes llegaron al día siguiente. Por el momento, todas se distribuyeron en los 38 apartamentos concluidos. Fueron agrupadas de dos y hasta tres familias por vivienda, pero cuando se terminen los otros apartamentos se le ortogará uno a cada una.
La intención del Estado es atender la contingencia presentada, y por ello se tiene pensado otorgar un apartamento por cada vivienda desocupada en el sector Marapa-Piache, aunque dentro ellas viviera más de un núcleo familiar. No obstante, el Ministerio de Hábitat y Vivienda estudiará los casos para hacer excepciones con los hogares más numerosos.
Los apartamentos entregados fueron dotados con enseres y línea blanca por el Ministerio del Poder Popular para el Comercio y El Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social. Tienen entre dos y tres literas, comedor, cocina, nevera, lavadora, vajilla, juego de cubiertos, juego de ollas, datación de limpieza y aseo personal. Así serán los demás.
Aunque las familias reubicadas deben pagar las viviendas que se les asignaron, cosa que todas tienen claro, por ahora no se ha establecido cuánto deberán cancelar, ni bajo cuál modalidad. No se les ha informado porque se le realizarán estudios socio económicos a cada una y el interés del Estado por ahora es garantizarles su bienestar.
Se le hadado prioridad extrema a otras 57 familias, pero sólo quedan 27 apartamentos disponibles de los 100 aprobados. Se hará una selección y las demás quedarán pendiente, así como el resto de laa y los habitantes de la zona que deben abandonar el lugar.
Organizados para continuar
La organización social no se ha hecho esperar. Las personas reubicadas en Brisas de Maiquetía han realizado dos asambleas en las que se construyeron dos mesas de trabajo: una para establecer las normas de convivencia y otra para crear los comité promotores de los consejos comunales que luego formarán en todo el complejo una comuna. El 18 de octubre arranca la formación de voceras y voceros de los consejos comunales.
En apenas una semana y media la comunidad organizada ya elaboró tres proyectos: uno para la creación de una cooperativa de transporte público que funcione dentro del complejo, y otros dos para la formación de dos empresas de producción socialista; una se dedicará la a cría de cachamas y otro construirá un vivero.
Se tiene pensado instalar algunas de las misiones y programas del Estado dentro del complejo residencial. Por lo pronto, comenzará a funcionar un Simoncito para que niñas y niños en edad preescolar comiencen sus clases cuanto antes. A largo plazo está prevista una escuela.
Niños, niñas y adolescentes tienen garantizado un transporte para asistir a clases en los que colegios que ya estaban inscritos y se encuentran funcionando.
La urbanización hasta ahora se conoce como Brisas de Maiquetía, pero sus recién llegados habitantes dicen que probablemente le cambiarán el nombre.