La estatua gigante de Buda, monumento que tiene más de 300 años de antigüedad y está ubicado en la suroccidental provincia de Sichuan, China, será reparada con mecanismos de alta tecnología.
El proceso de examinación de la obra tendrá una duración de cuatro meses, esto servirá para descifrar minuciosamente los daños que la misma podría tener.
Por su parte, diversos especialistas indagarán sobre las posibles formas de reconstrucción del monumento chino, donde serán utilizados escáneres láser de tercera dimensión (3D), así como drones (aviones no manipulados).
Las estrategias de construcción de la estatua tiene un cierto tiempo en estudio, pues en el 2001 se invirtió 250 millones de yuanes para la limpieza de Buda (unos 36,37 millones de dólares).
Posteriormente, en el 2007 se pudo reparar el rostro del mismo, pues las dificultades climatológicas como la lluvia ácida causaron estragos.
La creación de la obra fue el resultado de una idea de un monje llamado Haitong, quien estaba convencido que bajo las aguas habitaba un espíritu maligno, decidiendo así la construcción de la estatua de Buda como un posible elemento de protección espiritual.