El acto se realizará en el Teatro Nacional|Este miércoles entregan restos de siete hombres ajusticiados por el ejército en el Puntofijismo

La Comisión por la Justicia y la Verdad entregará hoy los restos mortales a familiares de siete de las víctimas del “terrorismo de Estado” en el periodo 1958-1998, en un acto que se efectuará en el Teatro Nacional, como una manera de reivindicar moralmente a estos venezolanos desaparecidos forzosamente.

El anunció fue hecho por miembros de esta comisión -creada bajo las normas establecidas en la Ley Para Sancionar los Crímenes y Violaciones a los Derechos Humanos- durante una rueda de prensa. En presencia de familiares y allegados se presentaron algunas de las pruebas que ratifican “el ajusticiamiento” por parte de efectivos de organismos de seguridad del estado venezolano.

Mónica Venegas, de la subcomisión de Documentación y Testimonio de este órgano del Consejo Moral Republicano, destacó que esta investigación es un acto de justicia que permitió llegar a los restos mortales de personas asesinadas por motivos políticos y que en su momento -mediante la utilización de falsos positivos- las autoridades adujeron que habían muerto por enfrentamientos con las autoridades, enfermedad o en intento de fuga.

Venegas explicó que durante el periodo 1958-1998 unos 6 mil ciudadanos fueron víctimas de la violencia del terrorismo de Estado aplicada por miembros de organismos de seguridad y efectivos de la fuerza armada nacional, formados en la Escuela de Las Américas, donde se les enseñaba que la “ley no valía nada” y podían actuar con total impunidad.

FUENTES

Estas evidencias recogidas durante las investigaciones, tienen diversas fuentes que, tras ser cotejadas, permiten al Ministerio Público iniciar procesos judiciales y penales contra los presuntos responsables, señaló Venegas.

“Entre las fuentes se encuentran testimonios de familiares y allegados, archivos de los tribunales militares, la antigua Dirección de Inteligencia Militar, Digepol, Disip y apoyo de colectivos organizados en las regiones donde funcionaron los llamados Teatros de Operaciones Antiguerrilleras, además de declaraciones de prensa tanto de militares como de funcionarios públicos incluidos presidentes de la República”, afirmó Antonio Arias, coordinador de la subcomisión de Recepción de Denuncias.

Las víctimas quedaron identificadas como Gabriel García, Juan Vallejo, Jesús Antonio Tabares, José Angel Martínez, Óscar Martínez, Roberto Tovar y José Tomás Chirinos, todas ellas detenidas por ejercito y asesinadas. “Todos ellos serán reivindicados moralmente ante la opinión pública luego de ser acusadas de bandoleros, guerrilleros o delincuentes comunes en la Cuarta República”, dijo Arias.

DEUDOS

La señora Aida del Carmen Tabares, luego de 36 años de haber perdido a su esposo y padre de sus hijos, relató que Jesús Antonio Tabares fue detenido en las inmediaciones del Caserío Buenos Aires, en el estado Anzoátegui, y sin explicaciones trasladado en helicóptero al campamento antiguerrillero en Santa Inés. Tres días después resultó muerto a manos de efectivos militares.

Sus restos terminaron en un barranco donde luego sus victimarios lanzaron una granada para sepultarlo entre escombros. “Por ahí lo mataron y lo dejaron botado nosotros no sabíamos qué había pasado con él, yo lo encontré con mis hijos y familiares, pero no pude llevármelo porque estaba descompuesto, además era peligroso hacerlo, así que recogí mis muchachos y abandoné el fundo para irme a trabajar haciendo comida. Mis hijos tuvieron que dedicarse a trabajar como peones en el campo por un plato de comida”, dijo.

Tabares agradeció a los presidentes Chávez y Maduro así como a la comisión por los resultados de la investigación que demuestra que “su esposo era un hombre bueno, capaz de compartir un plato de comida con cualquiera que lo necesitara”.

Lolimar Martínez es hija José Angel Martínez, hermana de Óscar Martínez y prima de Roberto Tovar, tres asesinados hace 45 años por efectivos del ejercito nacional; ella agradeció que se haga justicia en estos casos. “Se los llevaron de Elorza y como se dieron cuenta de que no eran guerrilleros los enterraron en una fosa común en La Trinidad de Orichuna, hasta ahora cuando tengo la seguridad de que eran ellos”, comentó.

Martínez señaló – con voz entrecortada- que “no teníamos a quién acudir; sufrí mucho, apenas yo tenía 10 años y a mi madre le quedaron tres hijos y tres nietos que tuvo que criarlos sola” .

T/ Luis Angel Yáñez
F/ Joel Aranguren