Por Fernando Travieso
Como antesala a la invasión y posterior destrucción del Estado-Nación iraquí y libio, para la apropiación de sus reservas petroleras, la inteligencia militar estadounidense engañó al aparato defensivo de esas naciones para que bajo falsas promesas cuidaran las instalaciones de hidrocarburos, incluido el ministerio del sector, con la finalidad de al llegar las tropas invasoras y/o mercenarios se consiguieran sin daño alguno, siendo el escenario ideal para las corporaciones transnacionales.
Para mas información me atrevo a sugerirle a los señores anglosajones que dirigen el Comando Sur de Estados Unidos que lean en la noche el libro Argenis en el cuento de Hadas, la dirección para localizarlo y/o el número de teléfono respectivo lo pueden conseguir en Boleíta, en la sede de Telesur.
Sus tanques pensantes y estrategia es rudimentaria, mucha fuerza bruta y poca inteligencia, y de parte de las trabajadoras y los trabajadores petroleros les digo, a ustedes, peones de las 15 familias mas ricas de su país, al servicio de las transnacionales petroleras: “Ana Karina Rote, Aunicon Paparoto Mantoro, Itoro Manto”.
La traducción es: “Solo nosotros somos gente, aquí no hay cobardes ni nadie se rinde y esta tierra en nuestra”, como nos enseñó el comandante supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez Frías, siguiendo la doctrina del Libertador Simón Bolívar.
Las reservas petroleras venezolanas son exclusivamente de nuestro pueblo, y los dividendos de su explotación destinados hacia la inversión social, no para que los miembros del Yacht Club de Nueva York cambien de yate.
Recuerden, la Nación sabe quién está detrás de la desestabilización en el país, y de continuar con su caduco plan, tendrán a toda la dignidad nacional en contra, enfrentando al mundo entero si es necesario, como también nos dejó en calidad de legado el general Cipriano Castro, y los venceremos, al costo que sea.