La misiva del presidente Nicolás Maduro a los líderes de Rusia, Irak, Irán y Arabia Saudita es categórica: Venezuela instó a países productores de petróleo a cumplir acuerdo de Argel.
“Solo la acción decidida de los productores traerá un equilibrio favorable y justo para todos los actores del mercado petrolero”, precisa el Comunicado del Ministerio de Petróleo venezolano, hecho público esta semana que hace referencia al contenido de la misiva presidencial.
Aunque desde el punto de vista táctico, pudiera encender las alarmas en el mercado sobre la posibilidad del acuerdo, en términos conceptuales la misiva vuelve sobre los principios fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que plantean la defensa del valor de ese recurso natural no renovable.
La posición venezolana fue acordada en la última reunión cuando acordaron que la estrategia del grupo a largo plazo se concentra en la administración de los volúmenes de producción para obtener una recuperación de los precios.
Tal propuesta vendría en contracorriente de la posición de Arabia Saudita que desde el año 2014 mantenía que los precios del petróleo debían ser determinados por el mercado y la OPEP no deberían reducir la producción para hacer espacio para los productores de mayor costo.
La junta de gobernadores aprobó la semana pasada el documento en el que la organización debe volver a su papel de la gestión del mercado y ser mas proactivo en la anticipación de los cambios en los patrones de demanda y oferta.
La ejecución de los recortes de producción es un reto para la OPEP. Miembros del bloque petrolero siguen siendo optimistas a un acuerdo final sobre los recortes de suministro, que se espera se haga público en el cónclave de ministros de petróleo para la reunión ordinaria que se celebrará en Viena el próximo 30 de noviembre.