Más de 400 niños y niñas de las Escuelas Nacional Bolivariana Felipe Guevara Rojas y República de México del municipio Girardot, en el estado Aragua, participaron este lunes en una clase didáctica, en la Plaza Bolívar de Maracay, como parte de la programación de visitas guiadas a este espacio de encuentro, recientemente restaurado por el Gobierno Bolivariano.
En la actividad, los alumnos realizaron un recorrido por la Plaza Bolívar de Maracay, la más grande de Venezuela y Latinoamérica, donde el profesor Ángel Rafael Rondón explicó parte de la historia de la Plaza Bolívar, las glorietas que conforman la estructura, la estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar y sobre la significación de la fuente principal que engalana el lugar.
La recreación y la diversidad cultural también se hicieron presente en la Plaza Bolívar de Maracay, con la participación de las danzas magisteriales de Aragua, que presentaron una muestra del baile de San Benito de Palermo, joropo central y la tradicional burriquita.
El cuenta cuentos fue otra de las actividades que mantuvo atentos a los niños y niñas durante la clase didáctica de este lunes, a cargo de Weston Lizcano, docente en el área teatral, quien destacó la importancia de fortalecer los valores de la amistad, el amor y la solidaridad en los más pequeños, a través de este tipo de actividades.
María Alejandra Crofel y José David Cabrera, estudiantes de cuarto grado de educación básica en la UENB Felipe Guevara Rojas, manifestaron su satisfacción y asombro por los conocimientos aprendidos durante la clase de este lunes en la Plaza Bolívar, además de disfrutar de los bailes típicos como la burriquita.
El jefe de la División de Cultura de la Zona Educativa, Roger Pereira, anunció que con la clase didáctica de este lunes se da inicio a una programación de visitas guiadas en este espacio, para que estudiantes de los distintos colegios y liceos conozcan su historia y dar a conocer los trabajos de restauración realizados en la plaza, como parte del proyecto Maracay Ciudad Jardín.
Resaltó que este tipo de actividades fomentan valores e identidad en los niños en cuanto a nuestros espacios históricos, que permiten el esparcimiento y el desarrollo de una buena salud metal, como uno de los elementos fundamentales del crecimiento social, psicológico y espiritual del pueblo.