Científicos británicos consideran que la opinión generalizada de que la felicidad aumenta la salud y la longevidad es errónea, reseñan medios de comunicación.
El sentimiento de bienestar no parece tener ningún efecto directo sobre la mortalidad, señala el equipo dirigido por el profesor de estadística médica y epidemiología en la Universidad de Oxford, Richard Peto, en un artículo publicado en la revista The Lancet.
Para realizar el trabajo, los investigadores reclutaron a más de 715 mil británicas de entre 50 y 69 durante 10 años, y les dieron seguimiento con cuestionarios y registros oficiales de muertes y hospitalizaciones.
Los exámenes preguntaron a las féminas sobre su salud, felicidad, estrés y si se sentían relajadas.
Los datos arrojaron que 500 mil mujeres se sentían muy bien, y no tenían antecedentes de enfermedades del corazón, cáncer, derrame cerebral o enfisema.
Mientras, una minoría sustancial manifestó que estaba estresada o infeliz, dijo Peto.
Por tanto, añadió el experto, ese hallazgo refuta los grandes efectos de la infelicidad y el estrés sobre la mortalidad que otros han afirmado.
La ausencia de bienestar en sí no puede afectar a la salud directamente, pero puede hacer daño de otras maneras, por llevar a la gente al suicidio, alcoholismo o comportamientos peligrosos, advirtió.