Informó un artículo publicado en la la revista Science|Estudio revela semejanzas entre criaturas marinas ancestrales y las medusas

De acuerdo a un estudio realizado por biólogos marinos sobre el desarrollo de los animales, las medusas son parecidas a los animales ancestrales respecto a la estructura del sistema nervioso y neural, informó un artículo publicado en la la revista Science.

Los biólogos pensaban que los primeros animales multicelulares fueron las esponjas, unas criaturas marinas que no poseen sistema nervioso, digestivo ni muscular. Pero otras teoría demuestran que las esponjas provienen de las medusas, aquellos llamados placozoos y los ctenóforos.

Los ctenóforos son animales marinos multicelulares que han vivido por millones de años, por lo que científicos creían que no podían ser superiores a las esponjas al estar catalogado como el primer animal de este tipo y no pueden ser los ancestros de unos organismos más simples.

El científico Ryan Joseph del Instituto Nacional de Investigación del genoma humano en Estados Unidos, descifró junto a su equipo que el genoma de los ctenóforos Mnemiopsis leidy, y encontró que las esponjas y los ctenóforos coinciden en muchos de sus génes encargados de formar la estructura neural.

El análisis microscópico arrojó que aunque las esponjas de mar carecen del sistema nervioso, los ctenóforos poseen una red neural primitiva. Ante el descubrimiento, los investigadores sugieren que “el sistema nervioso estaba originalmente en ambos animales, pero que las esponjas lo perdieron cuando empezaron a llevar una vida pasiva”.

También se descubrió que los génes para el desarrollo de los músculos en ctenóforos gelatinosos coinciden totalmente con los que construyen músculo en otros animales marinos, característica que sí lo hace diferente.

De este modo, el estudio demuestra que el ctenóforo gelatinoso parecido a las medusas sí podría ser el primer organismo multicelular, poniendo en duda la teoría de la evolución de los organismos vivos que habla sobre el desarrollo producido a lo largo del camino, donde puede haber pérdida de génes y otros tejidos.

Fuente / Telesur