La palabra “devaluación” no es la que más le gustaría a cualquier gobierno –revolucionario o no- que decida tocar el tipo de cambio. Sin embargo, el ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, considera que puede usarse para definir las decisiones financieras anunciadas por el Jefe del Estado el pasado viernes 8 de enero.
Rodríguez Araque calcula que, con el ajuste cambiario, el Ejecutivo puede recaudar unos 10 mil millones de bolívares, los cuales se dedicarán a la inversión social y a promover el desarrollo de áreas prioritarias de la nación.
“Los sobreingresos se van a destinar a crear fondos que van a estimular otros rubros productivos, la sustitución de importaciones y la exportación”, enfatizó. Uno de los fondos será para estimular actividades que satisfagan la demanda nacional. Se estudia conformar otros fondos para resolver las fallas en el suministro de agua y electricidad.
La pregunta obligada: ¿Cuál será el impacto sobre la vida cotidiana de la población? El Ministro calcula que el ajuste incidirá entre 3% y 5% en la inflación, pero recordó que sobre la inflación también actúan otros factores, como un ingreso y una capacidad de compra superiores a la productividad del país.
“Desde luego, sería tonto de mi parte negar que esto va a tener un impacto en los precios”, admitió, “porque también hay que incluir el problema delictual de la especulación. Es bastante probable que estos señores criminales busquen justificar, incluso, importaciones que han hecho a 2,15 como si las hubiesen hecho con dólar a 2,6 o 4,3”.
El vocero del Ejecutivo instó al Indepabis a combatir estas prácticas. También rememoró que existe un sistema de inteligencia financiera para castigar estos casos.
No hay déficit fiscal
El Ministro calificó las resoluciones en materia cambiaria como “medidas correctivas”, como “un pequeño ajuste” que no se compara con las devaluaciones del pasado “que provocaron verdaderos estragos en el bolsillo del venezolano” y que se hicieron para cubrir el déficit fiscal. Insistió en que no hay déficit fiscal en Venezuela, porque los ingresos superan a los gastos.
El alto Gobierno acordó un tipo de cambio dual, detalló Rodríguez Araque, “porque si dejáramos la libre flotación del bolívar, se encarecerían mucho todas las importaciones, y nosotros tenemos alta dependencia de importación de un conjunto de rubros con gran impacto social”.
El dólar a 2,6 bolívares se utilizará para alimentos, medicamentos, maquinarias y equipos, becas, jubilados en el exterior y atención médica fuera de Venezuela. Las otras actividades se harán con base en un dólar a 4,3. Esta divisa a 4,3 fue descrita por el presidente Hugo Chávez como el “dólar petrolero”. ¿A qué debe ese nombre? “Los dólares que recibe Pdvsa se le pagarán a Pdvsa a ese precio”, aclaró Rodríguez Araque.
El Ministro indicó que, de no haberse puesto en práctica el control de cambio, en el año 2003, se hubiera producido un deslave financiero en Venezuela.
“Antes del control de cambio, dólar que entraba, dólar que salía. Cuando el presidente Chávez asumió la Presidencia, las reservas internacionales estaban en 13 mil millones de dólares, y se reducían cada vez más”, manifestó. “Hoy, el país disfruta de una sólida base de reservas internacionales (35 mil millones de dólares) que han permitido crear un Fondo de Desarrollo Nacional para estimular actividades productivas”.
Romper la dependencia
El dinero, explicó el Ministro, “es una mercancía. Es la mercancía universal por excelencia”, para el intercambio. El dinero “tiene un precio, que puede aumentar o disminuir. En el caso nuestro, el último ajuste que se hizo del precio del bolívar fue en el año 2005. Hay que ir corrigiendo esos desajustes que existen entre el conjunto de las mercancías y el precio del dinero”.
El país arrastra un problema en el tipo de cambio desde 1934, cuando la paridad era de 5,20 bolívares por dólar, relató el experto. En esa oportunidad se reevaluó el bolívar, y el dólar pasó a 3,09 bolívares. “Eso trajo consecuencias”, acotó. “Se encarecieron las exportaciones agrícolas, perdieron competitividad el café y el cacao en comparación con la producción de otros países, y desde entonces Venezuela se transformó de un país exportador, en un país importador”.
Con base en este análisis, Rodríguez Araque refiere que se debe corregir, progresivamente, este fenómeno, así como romper con la extrema dependencia de las exportaciones petroleras al igual que diversificar la economía venezolana.
T/ Vanessa Davies
F/ Archivo CO
Caracas
“Se les quemarán las manos”
El dólar permuta, el mercado negro o lo que el ministro Alí Rodríguez Araque denomina el “mercado gris” va a ser liquidado poco a poco.
“Los que hagan eso se van a quemar las manos. Para incidir en ese mercado habrá intervenciones por parte del Estado. No tenemos por qué decirlas”, recalcó. “Aquellos que busquen enriquecerse porque piensan que pueden comprar dólares a un precio determinado y venderlos especulativamente a un precio superior, se le van a quemar las manos”. Las acciones no se anunciarán, sino que se aplicarán en lo inmediato.
-¿Se va a eliminar el “mercado gris”?
-Progresivamente, en la medida en que avancemos en la dirección correcta, lo iremos logrando.
-¿El ajuste cambiario va en la dirección de acabar con ese mercado gris?
-Apunta en esa dirección, pero no es el propósito central.
Superada la mini crisis financiera
El titular de Economía y Finanzas garantizó que la mini crisis financiera fue superada, porque estaba circunscrita a un grupo delictivo. “Puede haber algunos nuevos fenómenos, no los descarto, pero lo fundamental está bajo control. Siempre hay una evaluación, y para eso está la Sudeban, que ha agudizado sus sistemas de control”.
Con respecto a los cambios en la banca pública, Alí Rodríguez Araque destacó que la adquisición del Banco de Venezuela fue una medida correctísima, porque generó altos dividendos. El gasto hecho en la compra “se amortizará en 3 o 4 años como máximo”.
Informó que el pueblo venezolano ha respondido con mucha confianza hacia el Banco Bicentenario. Explicó que la institución “irá cogiendo su ritmo progresivamente”, y felicitó al equipo que la lidera, porque no ha habido fallas en el sistema.
El Ministro adelantó que se trazarán nuevas estrategias para la reforma institucional y legal que ponga a la banca al servicio del país. Una comisión, integrada hace 15 días, trabaja en la nueva arquitectura financiera del país, que regirá a la banca pública y la privada.
¿Cuál es el diagnóstico del sector? El dinero que ingresa a los bancos se usa para la inversión financiera, y en menor medida, para el estímulo de la producción. La crítica vale, en primer lugar, para la banca del Estado. “También la banca pública padece la enfermedad de la especulación financiera”, resaltó.
En opinión de Alí Rodríguez Araque, las funciones de la Sudeban, la Comisión Nacional de valores y la Superintendencia de Seguros deberían concentrarse en una sola institución que tenga la visión integral.