Maria Francesca Garritano, Primera bailarina del teatro La Scala de Italia publicó en 2010 un libro titulado La verita vi prego sulla danza (La verdad, les ruego, sobre la danza), en el que afirma que el estricto regimen de alimentación pudo ser la causa de que muchas de sus compañeras sufrieran de infertilidad
Una bailarina que perteneció al conocido teatro La Scala de la ciudad de Milán, en el norte de Italia, fue despedida por haber sacado a la luz pública en un libro que una de cada cinco bailarinas del legendario escenario es anoréxica. La directiva del teatro esgrimió que se vieron obligados a cesar su contrato por «dañar la imagen» de la compañía.
Maria Francesca Garritano, que hasta hace poco era bailarina solita de La Scala, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo, ofreció declaraciones al diario británico The Observer sobre la dura situación que atravesó tanto ella como el resto de sus compañeras durante su juventud en el teatro.
«Durante los entrenamientos, mi pedagogo podía llamarme ‘mozzarella’ o ‘dumpling chino’ delante de todos», recordó. «Yo reduje mi comida tanto que mi período menstrual se interrumpió por un año y medio» dijo Garritano de su experiencia cuando contaba con 16 a 17 años, en los que llegó a pesar hasta 43 kilos.
La ex bailarina de La Scala, que cuenta en la actualidad con 33 años, publicó en 2010 un libro titulado La verita vi prego sulla danza (La verdad, les ruego, sobre la danza), en el que afirma que el estricto regimen de alimentación pudo ser la causa de que muchas de sus compañeras sufrieran de infertilidad.
En su libro, Garritano señala que las dietas y la consecuente pérdida de peso son la probable causa de trastornos alimenticios de varias colegas en la actualidad.
«Un café y dos tostadas para desayunar, un yogur descremado para comer y una manzana o un plátano para cenar» es la dieta que mantienen muchas de las bailarinas según Garritano.
En un comunicado, el teatro de la Scala, sin citar la palabra anorexia, explica que «se vieron obligados a concluir el contrato de trabajo de la señorita María Francesca Garritano después de que las declaraciones públicas dañaran la imagen del teatro y de su Escuela de Danza», además, la acusan de violar «los deberes fundamentales de un empleado».
Por su parte, la representante del afamado teatro, Carla Maria Cella, aunque admitió la presión ejercida sobre las estudiantes en el pasado, negó las declaraciones de Garritano de que actualmente la academia sigue imponiendo esas prácticas.
«Decir que La Scala se parece a lo que Garritano afirma que vivió hace 15 años es falso», declaró Cella. «Los métodos educativos que se usaban entonces no se emplean actualmente y la escuela tiene un curso de nutrición. Acerca de la imposibilidad para tener niños, nueve de las compañeras de Garritano se han quedado embarazadas en el último año y medio», indicó.
Ante los hechos, la ex bailarina de La Scala expresó que no abandonará esa lucha de llevar su verdad a cualquier parte porque sostiene que «el problema existe y es real».