En más de una década de operaciones el principal reto y al mismo el gran aprendizaje para los integrantes de esta agrupación es la búsqueda de modos de producción no capitalista y sustentables.
La editorial alternativa La Mancha cerró el año 2013 y al mismo tiempo celebró su aniversario número 11 con un recital del salsero Cheo Linares, que tuvo lugar ayer en la Librería del Sur operada por la agrupación literaria, ubicada en el Foro Libertador, Caracas. La cita funcionó además para bautizar la edición número 133 de la revista Poesía e imágenes, la primera que realizan con imprenta propia.
Francisco Issa, Oscar Sotillo y Janette Rodríguez, tres de los cinco fundadores que están al frente de La Mancha, explicaron al Correo del Orinoco que el nuevo número mantiene la misma estética de siempre, “en un papel más hermoso” y ahora con un formato tradicional de revista a diferencia del tamaño tabloide de las ediciones anteriores, “mucho más complicado para llevar para la gente”.
La publicación salió anteriormente por última vez en marzo, “cuando hicimos un número especial como despedida para el comandante supremo (Hugo Chávez). Desde entonces quedamos como sin energía, hasta ahorita que dijimos que teníamos que arrancar de nuevo”, declaró la dama.
En el número aniversario el público encontrará un compendio de reflexiones sobre el trabajo realizado por la agrupación a lo largo de estos 11 años, no solo de los proyectos concretos sino además hacen hincapié en la importancia del esfuerzo colectivo para el éxito de las iniciativas alternativas emprendidas en otros espacios como la radio, la televisión, la calle e incluso en el papel, pero con un componente internacional.
Igualmente este número 133 contiene una serie de trabajos que en conjunto ofrecen una panorámica del trabajo desarrollado por La Mancha, pero desde la perspectiva externa.
“Hay algunas interpretaciones sobre La Mancha, escritas por compañeros mexicanos, escoceses y venezolanos en argentina”, agregó Oscar Sotillo.
En este panorama sobre el colectivo artístico también colaboran miradas locales de personas que se han vinculado a la editorial desde Zulia, Vargas y Miranda, entre oras localidades.
“Entre todos generamos una visión de trabajo en 11 años de experiencia resumida en esta nueva edición. A parte de la experiencia de esas personas que se han vinculado con nosotros, están las experiencias, del trabajo en la librería por ejemplo”, que es un proyecto piloto de cogestión alternativa entre Librerías del Sur y La Mancha, apuntó Sotillo.
UN ESTILO DE VIDA
Si bien el colectivo La Mancha surgió inicialmente como un proyecto editorial, la inquietud de sus integrantes a llevado el proyecto a otros espacios alternativos de comunicación. Así nació el programa conducido por Francisco Issa, La Mancha radio, dedicado a promover la música venezolana y latinoamericana alternativa, trasmitido los lunes de 8:00 a 10:00 am por Activa, canal juvenil de Radio Nacional de Venezuela (RNV).
Igualmente tienen un programa de televisión por VTV Comunas, hacen murales, dictan talleres de producción editorial, prestan asesoría y hasta editaron un álbum con el apoyo del Centro Nacional del Disco (Cendis), a parte de editar 30 títulos agrupados en tres colecciones y 133 revistas.
Entre las colecciones está Tinta socialista, sobre ensayo político; La buena calle, un compendio de títulos con trabajos de poetas poco promocionados o sin producciones editoriales anteriores, y Sin límite, textos de poesía binacional para dar a conocer simultáneamente a poetisas y poetas de otras naciones y de Venezuela. Hasta los momentos está última colección se ha hecho con Colombia, Cuba, México y esta a punto de salir una con Argentina.
Igualmente publicaron un curso de lengua warao de Alexander Ramos, que se publicó por entregas.
CON MILITANCIA
Como dicen en su revista, La Mancha no publica a consagrados “no porque no los queramos, sino porque necesitamos exponer a ese otro montón de gente nueva que también asume la palabra como una militancia”.
En sintonía con ese principio, todo este esfuerzo se hace literalmente por amor al arte. Ninguno de los participantes del colectivo vive de lo que hacen dentro de La Mancha. “Al contrario, La Mancha vive de nosotros”, aclaró Rodríguez.
De hecho, para Sotillo el gran reto y al mismo tiempo el gran aprendizaje de todos estos 11 años ha sido buscar las alternativas para producir cosas de manera efectiva sin caer en la frustración de quedarse en el camino o quedar en la carraplana.
Si embargo, los representantes del colectivo reconocieron que sí facturan talleres de comunicación, de diseño, algunos proyectos gráficos, asesorías y murales, que han permitido crear un fondo siempre insuficiente. “Porque todo lo que hacemos requiere tiempo y dinero y es necesario buscar las alternativas, a veces asociarnos, para hacerlo sin tener que quebrar o frustranos”, insistió Sotillo.
“Claro, esto tampoco es un hobbie, para nosotros es un estilo de vida”, aportó Issa.