El Grupo de los 77 más China organizó este miércoles en París, una mesa redonda para debatir sobre el porvenir y los desafíos de la Unesco, definir sus prioridades y garantizar los medios para desarrollar sus programas.
Se trata de una jornada de reflexión sobre la importancia de esa entidad de la ONU en una realidad cambiante, así como del compromiso de todas las naciones para preservar sus funciones, señaló la embajadora de Gabón y presidenta del capítulo París del G-77, Hortense Ossakedjombo-Ngoua.
Uno de los objetivos de la reunión, precisó la diplomática, es promover la cooperación ante el impacto de la crisis financiera que sufre esa institución.
Como represalia por la admisión de Palestina en octubre pasado, Estados Unidos y otros países suspendieron sus aportes al presupuesto de la Unesco, así como algunas contribuciones puntuales para determinados programas.
«No podemos seguir dependiendo de lo que deseen las grandes potencias occidentales, somos los países del sur los que tenemos la responsabilidad de salvar a esta organización», declaró a Prensa Latina la embajadora de Venezuela ante la Unesco, Rebeca Sánchez Bello.
Por esa razón, agregó, se decidió junto con otros miembros del G-77 más China convocar a esa mesa redonda para intercambiar criterios y lograr que la institución retome su importante función de promover la cultura de la paz y la cooperación.