A partir de diciembre, el Gobierno de Brasil implementará un sistema nacional de participación social, con el objetivo de ampliar la presencia de grupos y movimientos sociales en la administración federal, que fomenten la instalación de políticas para impulsar el desarrollo socioeconómico, reportó Prensa Latina.
El secretario general de la Presidencia de la República, Gilberto Carvalho, destacó que la democracia plena implica «necesariamente el reconocimiento de la participación social como forma de gobierno».
Las declaraciones fueron hechas en la III Conferencia Nacional de Promoción de Igualdad Racial (Conapir), a la que asistieron 1.400 delegados de todos los estados del país para discutir temas de inclusión e igualdad.
La intención del Gobierno es crear una política de participación ciudadana «que no dependa de la voluntad de tal o cual ministro de turno».
Carvalho también insistió en la necesidad de asegurar mayores oportunidades para los sectores más pobres.
El representante del Gobierno recalcó que en estos diez años «han tenido dificultades y presiones para cambiar la lógica del Estado brasileño, que fue montado para servir únicamente a los intereses de la élite».