El presidente de Siria, Bashar Al Assad, afirmó este miércoles que su gobierno se encuentra abierto a todas las propuestas para resolver la crisis que vive su país desde marzo de 2011. Aseguró que la clave para una solución al conflicto depende «de las intenciones sinceras para ayudar» a la nación árabe.
«La batalla que tiene lugar actualmente no apunta sólo a Siria, sino a todo el eje de resistencia (…) La clave del éxito de las iniciativas para solucionar el conflicto» en la nación árabe «dependen de las intenciones sinceras para ayudar a Siria», manifestó Al Assad durante una reunión que mantuvo con el canciller iraní, Ali Akbar Salehi.
Egipto, Turquía e Irán trabajan actualmente para presentar una iniciativa diplomática que lleve la paz a Siria.
Siria e Irán aprovecharon el encuentro para consolidar la cooperación bilateral, con el fin de superar las dificultades derivadas de las sanciones unilaterales aplicadas a ambos países por Estados Unidos y sus aliados.
El Canciller iraní sostuvo que su país mantiene un «respaldo ilimitado a los esfuerzos del Gobierno sirio para restablecer la seguridad y la estabilidad».
Consideró que la solución al conflicto debe ser resuelto por el pueblo sirio. Asimismo, llamó a un cese al fuego, además de reclamar a las potencias occidentales la «interrupción de la ayuda financiera y militar a la oposición siria».
El Gobierno sirio ha reiterado ser víctima de un plan extranjero de desestabilización y ha mostrado al país y al mundo pruebas de células pertenecientes a grupos extremistas, que han intentado sembrar el caos a través de asesinatos y disturbios, infiltrándose en las manifestaciones pacíficas y atacando indiscriminadamente a ciudadanos y a autoridades del orden público desde marzo de 2011.
Países como Qatar han afirmado que los grupos armados en Siria deben ser ayudados con «todos los medios necesarios».
La administración qatarí se mostró a favor de entregar armas a la oposición siria, que ha encabezado los disturbios para desestabilizar el Gobierno de Bashar Al Assad.