«Los hechos de abril del 2002 quebraron la tradición democrática nacional y provocaron muerte, heridos, además de una gran reacción popular ante la prepotencia de los representantes de lo peor de la oligarquía local e internacional», afirmó Dante Rivas, presidente del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime).
El funcionario hizo referencia a la manipulación mediática que en esos días le arrebató la paz a las y los venezolanos, señalando que en las imágenes transmitidas por los medios de comunicación se reflejó «la figura de políticos y periodistas que no son más que golpistas ilustrados confesos».
Analizando las primeras y últimas decisiones del gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga, Rivas expuso que «es fácil descubrir lo que se venía, solo tiranía y un tsunami económico y social, así como persecuciones sangrientas».
Rechazó la falta de coraje y de dignidad que tuvieron los causantes del golpe por no asumir su responsabilidad, «como sí lo hicieron los valientes del 4 de febrero, pagando con cárcel y sus propias carreras profesionales».
Por último, Dante Rivas destacó que aquellos que resolvieron un país sin leyes y listo para ser devorado por intereses foráneos no contaron con el pueblo que se levantó eligiendo al presidente Hugo Chávez como líder, y en este sentido asintió que está «prohibido olvidar», y que nunca más habrá otro 11 de abril.